Trabajo grupal y medios electrónicos ayudan a conciliar la medicación

Un trabajo del Servicio de Farmacia del Hospital Povisa (Vigo), avala la reducción y detección a tiempo de los errores.

Lucía Villamayor-Blanco, Leticia Herrero-Poch, Jose Carlos de-Miguel-Bouzas y M.ª Carmen Freire-Vazquez, del Servicio de Farmacia del Hospital Povisa, en Vigo, han publicado en la revista Farmacia Hospitalaria, de la SEFH, los resultados del trabajo 'Conciliación de medicación al ingreso mediante un programa de prescripción electrónica asistida', del que se desprende como conclusión principal que gracias a "las ayudas informáticas incluidas en el programa de prescripción electrónica asistida y el abordaje multidisciplinar se consigue realizar la conciliación de la medicación al ingreso al 98% de los pacientes en el momento del ingreso, evidenciando errores en sólo el 1,3% de los pacientes".

Durante los doce meses que duró este estudio (observacional, prospectivo, no aleatorizado y no controlado) ingresaron en el hospital 23.701 pacientes, el 65% de ellos con tratamiento farmacológico domiciliario al ingreso. La media de medicamentos domiciliarios por paciente fue de 4. Entre las medidas que se pusieron en marcha, una fue un sistema que facilitase la conciliación de la medicación al ingreso, al alta y al cambiar de servicio dentro del hospital. Además de eso, indican los autores, "se creó en el programa una pantalla destinada a la medicación domiciliaria del paciente que permite registrar el listado completo de medicamentos, dosis, pauta y última dosis administrada, incluyendo los hábitos de automedicación, medicamentos sin receta (OTC) para síntomas menores y otros productos, la historia de alergias, intolerancias medicamentosas o interrupciones previas de tratamiento por efectos secundarios y el cumplimiento del tratamiento prescrito".

En cuanto a la cadena de intervención, los autores del estudio indican que el personal de Enfermería fue el encargado de introducir la información relativa a la medicación, cumplimiento, alergias e intolerancias, incluyendo datos como la vía y frecuencia de administración o la fecha y hora de la última toma, usando para ello el programa de prescripción electrónica (PEA) de atención primaria, prescripción de ingresos previos y la entrevista con el paciente o cuidador, y el médico realizó la conciliación en relación a la información recogida y guiándose por un sistema de alertas para identificar duplicidad, superación de dosis máxima, interacciones o medicamentos de escasa utilidad terapéutica, etc., y otro sistema bloqueante para los casos de un principio activo al que el paciente tenía alergia contrastada registrada en la PEA, impidiendo su prescripción. En el proceso de validación, el farmacéutico identificó las discrepancias entre el listado de medicación domiciliaria recogida por Enfermería y la prescrita por el médico, el tipo de discrepancia y si estaban o no justificadas, clasificando los errores detectados por tipo de gravedad: 1. 'Sin daño potencial' (A-C); 2. 'Requiere monitorización o intervención para prevenir el daño' (D), y 3. 'Daño potencial' (E-I).

De los 23.701 pacientes que ingresaron en este periodo, 15.405 (el 65%) venía con tratamiento farmacológico domiciliario al ingreso, con una media de 4 medicamentos. La conciliación de la medicación domiciliaria al ingreso se realizó en el 98% de los pacientes ingresados. En total, se encontraron discrepancias en la medicación de 3.450 pacientes (14,5% de los ingresos), con un total de 5.176 discrepancias entre la medicación habitual y la medicación prescrita al ingreso (1,5 discrepancias por paciente), 445 (0,8% de los fármacos) no justificadas y 4.731 (8,8% de los fármacos) justificadas por aceptación del protocolo de intercambio terapéutico, cambio de dosis o vía u omisión debida a la situación clínica del paciente o por tratarse de un medicamento no necesario durante el ingreso.

En cuanto a los pacientes con error de conciliación, es decir con discrepancias no justificadas, se encontraron errores de conciliación en 310 pacientes (1,3%). La mayoría de las discrepancias no justificadas, (69,7%) se debieron a errores en el registro de la medicación domiciliaria al ingreso. En cuanto a la medicación no registrada o errores de medicamento, dosis, frecuencia o vía de administración, el 23,6% fue debido a medicación domiciliaria suspendida sin justificación y el 6,7% por duplicidades. "Todas estas discrepancias constituyeron errores de categoría A-B, y no llegaron al paciente, ya que, al realizar la validación de la medicación, los farmacéuticos corrigieron estos errores antes de la administración", concluyen.

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