El consejero de Medio Ambiente y Territorio, Miquel Mir, el director general de Residuos y Educación Ambiental, Sebastià Sansó, el presidente del Colegio oficial de farmacéuticos de las Islas Baleares, Antoni Real, y el cofundador de la empresa Enna de copas menstruales, Joan Garriga, han presentado, este martes, en la farmacia Vanrell de Palma, la campaña ‘Fes servir la copa menstrual’, para potenciar el uso de productos menstruales reutilizables.
A través de cartelería instalada en varios establecimientos farmacéuticos, se recuerda que la copa menstrual produce muchos menos residuos que las compresas o tampones y que está libre de tóxicos y plásticos. De hecho, se calcula que en 2021 se consumieron unas 126.939 unidades al año de productos menstruales desechables que generaron 1.523,3 toneladas de residuos aquel año.
Mir ha explicado que esta campaña “sigue con la estela de colaboración que ya iniciamos durante la pandemia con la recogida de mascarillas”. “Poder unir esfuerzos para mejorar la salud de las personas y la del medio ambiente siempre es una buena noticia”.
El consejero ha recordado que, gracias a las subvenciones de educación ambiental, la fundación Rezero puso en marcha un estudio pionero sobre los residuos generados en las Illes Balears por los productos de higiene menstrual. En esta línea, Mir ha señalado que “vamos dando pasos para cumplir con la Ley de residuos, donde se establece la necesidad de priorizar los productos menstruales reutilizables”.
Por su parte, Antoni Real, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de las Illes Balears ha destacado el papel de las farmacias como un establecimiento sanitario “cercano a las necesidades de las ciudadanas, que cuida no solo de la salud de las personas, también del medio ambiente y la naturaleza”. “Con esta campaña, los farmacéuticos queremos poner nuestro granito de arena para concienciar a la ciudadanía de la necesidad de reducir los residuos que generamos y fomentar la reutilización»”
Se estima que el coste económico para el Govern asociado a la retirada de los restos flotantes del mar -solo de productos menstruales, toallitas y otros residuos sanitarios- es de unos 50.000 euros anuales.
Nicolas Gonzalez Casares: