La cistoscopia se realiza con un cistoscopio, una sonda especial con una cámara pequeña en su extremo (endoscopio). Existen dos tipos de cistoscopios:
- El cistoscopio estándar rígido
- El cistoscopio flexible
El cistoscopio se puede introducir de diferentes maneras, pero el examen es el mismo. La elección del tipo de cistoscopio que el médico utilice depende del propósito del examen.
El procedimiento toma alrededor de 5 a 20 minutos. Se lava la uretra y se aplica un anestésico a la piel que la recubre en su interior, sin usar ninguna aguja. Luego se introduce el cistoscopio a través de la uretra hasta la vejiga.
A través del cistoscopio, se hace fluir agua o una solución salina para llenar la vejiga. A medida que esto suceda, se le solicitará que describa la sensación y su respuesta revelará información acerca de su afección.
A medida que el líquido llena la vejiga, la pared vesical se estira, lo cual le permite al médico observarla en su totalidad. Cuando la vejiga esté llena, usted sentirá la necesidad de orinar; sin embargo, ésta debe permanecer llena hasta completar la evaluación.
Si algún tejido parece anormal, se puede tomar una pequeña muestra (biopsia) a través del cistoscopio y enviarla a un laboratorio para su análisis.