La Junta Directiva y la Asamblea General de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) han aprobado un nuevo Código Ético, con las modificaciones aprobadas por la patronal europea MedTech Europe. El nuevo Código entrará en vigor el 1 de enero de 2018 y responde, según explican desde Fenin, a "la voluntad de mejorar el compromiso ético del sector de tecnología sanitaria". Entre las novedades, se incluye la obligación de que las empresas del sector de Tecnología Sanitaria hagan públicas cada año, en la página web de MedTech Europe, las aportaciones a las organizaciones e instituciones sanitarias para la formación médica en los eventos científicos organizados por terceros.
Para Margarita Alfonsel, la creación de este nuevo marco supone "un cambio sin precedentes en nuestro compromiso con la formación médica", el cual quieren seguir manteniendo "porque es esencial para que nuestros profesionales sigan a la vanguardia del conocimiento y esto redunde en beneficio de nuestro sistema sanitario".
El objetivo final no es otro que el de establecer un nuevo modelo en las relaciones entre la industria y los profesionales y organizaciones sanitarias, el cual será más acorde, en palabras de la secretaria general de Fenin, Margarita Alfonsel, "con las actuales demandas de independencia y transparencia que solicita la sociedad". Además de mejorar la independencia y la transparencia de las relaciones con los profesionales sanitarios, el sector de la tecnología sanitaria estaría enviando un mensaje de confianza a la Administración, a las sociedades científicas, a los pacientes y a la sociedad, que vendría respaldado por un refuerzo de las garantías de comportamiento ético y responsable por parte del sector.
Ayudas canalizadas por las organizaciones
Además de la publicación de las transferencias de valor, otro de los aspectos en los que entra el nuevo código ético tiene que ver con las ayudas que dan las empresas del sector para la formación de profesionales sanitarios en eventos de carácter científico-profesional, las cuales deberán canalizarse a través de instituciones y organizaciones sanitarias. De esta forma se garantiza, en opinión de la patronal, "que quede a criterio de las instituciones sanitarias quién debe acceder a la formación continuada con las ayudas de la industria".
El nuevo Código Ético implica además de la creación de un sello ético para terceros receptores de ayudas como garantía de su compromiso con la ética, determinándose los procesos y auditorías a las que voluntariamente se someterán para acreditar que dedican íntegramente los fondos recibidos de la industria a la formación.
Nicolas Gonzalez Casares: