Terapéutica

Retinopatía de la prematuridad

Última actualización: 5/20/2015

La retinopatía de la prematuridad (ROP) es un desarrollo anormal de vasos sanguíneos en la retina del ojo que ocurre en bebés que nacen prematuros. Es debida a que los vasos sanguíneos todavía no han terminado su desarrollo en los bebes prematuros. Los vasos son frágiles y pueden causar sangrado en el ojo que deja cicatrices y puede llevar a que la retina se desprenda de la superficie interior del ojo y causar ceguera. El mayor riesgo lo corren los bebés más pequeños y con más problemas médicos. Todos los bebés de menos de 30 semanas de gestación o que pesen menos de 3 libras al nacer se deben examinar en búsqueda de esta afección, así como también algunos bebés en alto riesgo que pesen de 3 a 4.5 libras aunque nazcan después de 30 semanas. Se necesita un examen por un oftalmólogo para hacer el diagnóstico. Los síntomas de la retinopatía de la prematuridad grave son movimientos oculares anormales, estrabismo, miopía grave y pupilas de apariencia blanca (leucocoria). Las opciones de tratamiento incluyen el láser y la fotocoagulación transpupilar (aplicar el láser sobre la retina) y después corrección de cualquier otro problema de visión. Puede ser necesario el uso de gafas protectoras y correctoras de visión. La edad gestacional y el peso al nacer son los principales factores pronósticos de ROP. En muchos casos el tratamiento precoz corrige los problemas, pero si hay una enfermedad más grave o no se ve a tiempo puede provocar ceguera.[1][2]


Última actualización: 5/20/2015

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