Boehringer Ingelheim ha informado de las principales conclusiones del estudio 'Cáncer de pulmón no microcítico avanzado: equilibrar los objetivos terapéuticos y las opciones de tratamiento', del que se desprende la existencia de discrepancias entre médicos y pacientes a la hora de valorar el tratamiento en cáncer de pulmón no microcítico avanzado después de la quimioterapia. Así, mientras el 60% de los especialistas prioriza factores como la calidad de vida o la estabilidad de la enfermedad, la mayoría de los pacientes coincidirían en destacar la prolongación de la supervivencia global como objetivo principal.
Para este estudio se han recogido los datos de una encuesta realizada por la compañía y publicada recientemente por la revista Clinical Lung Cancer, analizando los hábitos de prescripción de 500 médicos europeos, y se han llevado a cabo unas sesiones con los principales grupos y asociaciones de pacientes de cáncer de pulmón de Europa.
En lo que respecta a los sanitarios, se han realizado una serie de preguntas para conocer los criterios de elección de tratamiento en pacientes con adenocarcinoma de pulmón avanzado después de la quimioterapia. En este sentido, los principales resultados revelan que el 36% de los médicos da prioridad a factores como mantener la calidad de vida, el 19% prefiere alcanzar la estabilidad de la enfermedad y el 5% se fija más en la respuesta tumoral, mientras que el 40% considera como objetivo terapéutico prioritario prolongar la supervivencia global en aquellos pacientes con un buen estado funcional.
En cuanto a las características más importantes del tratamiento, el 36% de los encuestados opina que debía ofrecer un incremento clínicamente relevante de la supervivencia global, el 27% de la supervivencia libre de progresión y el 38% daba más importancia a mantener la calidad de vida. En este sentido Jesús Corral, oncólogo en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, afirma que "gracias a la rápida evolución de las opciones de tratamiento, prolongar la supervivencia a la vez que se mantiene una buena calidad de vida se ha convertido en un objetivo realista en cáncer de pulmón avanzado, incluso después de la quimioterapia".
La visión de los pacientes
Por la parte de los pacientes, se ha percibido un cierto consenso en torno a la prolongación de la supervivencia global como objetivo prioritario, por encima de la estabilización de la enfermedad o de la calidad de vida. "Recibir el diagnóstico de cáncer de pulmón avanzado puede ser una experiencia abrumadora, pero garantizar que paciente y médico están alineados en objetivos de tratamiento, la opción terapéutica escogida y los resultados esperados, a menudo supone lograr el mejor desenlace posible para ese paciente. Así, una experiencia holística, construida en torno a una cooperación con el médico, y teniendo en cuenta sus circunstancias, aporta una base sólida para escoger el tratamiento más adecuado", afirma Natacha Bolaños, del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac).
