La cooperativa de distribución farmacéutica Bidafarma ha anunciado el inicio de la medición de su huella de carbono. El objetivo es conocer el impacto de su actividad en el medioambiente y diseñar estrategias e implementar medidas efectivas dentro de la cooperativa.
El fin último es el de reducir emisiones, optimizando también los recursos desde el punto de vista medioambiental, sin que eso suponga una merma en la calidad del servicio que ofrece a las farmacias.
Para la medición de la huella de carbono se apoyará en la consultora ambiental especializada en cambio climático, Ecoterra, con la que analizarán los consumos energéticos de la cooperativa registrados durante 2019.
A partir de ahí, establecerán un Plan de Reducción y Compensación de emisiones que permita a la organización disminuir su impacto en el medioambiente en sucesivos años.
"Desde su creación en 2016, Bidafarma es consciente de que su actividad es especialmente sensible desde una perspectiva medioambiental, por ello, hemos decidido dar un paso más, reforzando su compromiso con la lucha contra el cambio climático y la protección del medioambiente", subrayan desde la cooperativa.