Terapéutica

Estenosis pilórica

El pediatra de su hijo les formulará preguntas sobre la pauta de alimentación y sobre los vómitos de su hijo, incluyendo preguntas sobre el aspecto de sus vómitos. Lo más importante para poder diagnosticar una estenosis pilórica es contar con unos antecedentes fiables y consistentes sobre cómo come el bebé, así como con una adecuada…


Diagnóstico y tratamiento

El pediatra de su hijo les formulará preguntas sobre la pauta de alimentación y sobre los vómitos de su hijo, incluyendo preguntas sobre el aspecto de sus vómitos. Lo más importante para poder diagnosticar una estenosis pilórica es contar con unos antecedentes fiables y consistentes sobre cómo come el bebé, así como con una adecuada descripción de sus vómitos.

El pediatra explorará a su hijo y anotará cualquier pérdida de peso que haya tenido lugar o si no ha conseguido ganar peso desde su última visita. Durante la exploración física, el médico palpará el abdomen del bebé, tratando de identificar un bultito, que suele duro y móvil y que se palpa como si se tratara de una oliva. Si el pediatra consigue detectar un bultito de estas características, contará con un buen indicador de que el bebé padece una estenosis pilórica; de todos modos, estos bultitos no siempre se pueden palpar.

Si tanto la pauta de alimentación del bebé como su exploración física sugieren que podría padecer una estenosis pilórica, lo más probable es que el pediatra solicite que le hagan una acografía abdominal a su hijo. Los píloros agrandado y más engrosado de lo normal se pueden ver mediante ecografía. Es posible que el pediatra le pida que alimente a su hijo varias horas antes de hacerle la ecografía para poder detectar la estenosis pilórica.

A veces, se practica un estudio radiográfico del aparato digestivo que requiere la ingesta de una papilla de bario, en vez de una ecografía. Los bebés se han de tragar una cantidad reducida de un líquido blanquecino y luego les hacen varias radiografías especiales para ver la región pilórica del estómago fin de detectar si existe estrechamiento u obstrucción.

Aquellos lactantes sobre quienes se sospeche que podrían padecer una estenosis pilórica también se suelen someter a análisis de sangre porque sus vómitos continuos de jugos gástricos, así como la deshidratación provocada por la pérdida de fluidos corporales, pueden crear desequilibrios en las sales y otros problemas en la sangre que se deberían corregir.

Cuando a un bebé se le diagnostica una estenosis pilórica, sea mediante ecografía o mediante radiografías con bario, se le ingresará en el hospital y se le preparará para una intervención quirúrgica. Cualquier deshidratación o cualquier problema que se le detecte en los electrolitos en sangre se corregirá administrándole líquidos por vía intravenosa (VI), generalmente durante las siguientes 24 horas.

Se le practicará una intervención denominada piloromiotomía, que implica cortar el píloro engrosado para corregir el estrechamiento u obstrucción que puede acompañar a una estenosis pilórica. El píloro se examinará a través de una incisión de tamaño reducido y se separan y relajan las partes del músculo que ha crecido y que se ha engrosado excesivamente.

Esta intervención también se puede practicar mediante laparoscopia. Se trata de una técnica en la que se introduce una cámara diminuta a través de una incisión practicada en el interior del ombligo que permite al médico ver el área del píloro. Con la ayuda de otros instrumentos de tamaño reducido que se introducen a través de incisiones cercanas, se completa la intervención.

La mayoría de los bebés que se someten a este tipo de intervención puede volver a alimentarse con normalidad bastante pronto, generalmente entre tres y cuatro horas después de la intervención. Debido a la inflamación en la zona de la intervención, es posible que el bebé siga vomitando pequeñas cantidades aproximadamente durante un día tras la intervención. Si no hay complicaciones, la mayoría de los babes que se someten a una piloromiotomía regresan a casa entre 24 y 48 horas después de la intervención.

Si está amamantando a su bebé, es posible que le preocupe saber si podrá seguir amantándolo mientras esté hospitalizado. El hospital le debería facilitar una bomba de extracción de leche y enseñarle a utilizarla para que usted se pueda seguir sacando leche hasta que su hijo pueda volver a alimentarse con normalidad.

Después se someterse a una piloromiotomía, su hijo no necesitará seguir ninguna pauta de alimentación especial. El pediatra programará una visita se seguimiento, donde examinará a su hijo, a fin de asegurarse de que la herida se está curando bien y de que el bebé se está alimentando bien y está manteniendo o ganando peso.

La estenosis pilórica no debe recurrir después de que el bebé se someta a una piloromiotomía completa. Si su hijo sigue presentando síntomas semanas después de la intervención, esto podría obedecer a otros problemas médicos, como a una inflamación del estómago (o gastritis) o a que el bebé padece reflujo gastroesofágico, o bien indicar que la piloromiotomía inicial se hizo de forma incompleta.

Cuándo llamar al pediatra

La estenosis pilórica es una afección de carácter urgente que requiere de una evaluación inmediata. Llame al pediatra si su hijo tiene vómitos o cualquiera de los siguientes síntomas:

  • vómitos explosivos y persistentes después de las tomas
  • escasa ganancia de peso o peso bajo
  • apatía o descenso del nivel de actividad
  • pocas heces o ausencia total de heces durante un período de uno a dos días
  • signos de deshidratación, como reducción de la cantidad de orina (con pañales secos durante más de cuatro a seis horas)
  • fontanelas hundidas o deprimidas en el cráneo; ojos hundidos

Revisado por: J. Fernando del Rosario, MD
Fecha de revisión: marzo de 2014

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