Una resonancia magnética no causa dolor. Algunas personas pueden ponerse ansiosas cuando están dentro del escáner. Si usted tiene dificultad para permanecer quieto o está muy ansioso, se le puede dar un medicamento para relajarlo. El movimiento excesivo puede ocasionar errores e imágenes borrosas en la resonancia.
La mesa puede sentirse dura o fría, pero usted puede solicitar una frazada o una almohada. Dado que la máquina emite ruidos sordos o zumbidos fuertes al encenderse, le pueden poner tapones de oídos para ayudar a reducir el ruido.
Un intercomunicador en el cuarto le permite a usted hablar con el operador del escáner en cualquier momento. Algunos escáneres para resonancia magnética tienen televisores y audífonos especiales para ayudarle a pasar el tiempo.
No hay un período de recuperación, a menos que se haya necesitado sedación. (Usted necesitará de alguien que lo transporte hasta la casa si lo sedaron). Después de una resonancia magnética, usted puede reanudar la dieta, actividades y medicamentos normales, a menos que el médico le diga lo contrario.