El gasto farmacéutico a través de recetas ha cerrado el ejercicio de 2016 con una inversión de 9.912,9 millones de euros, cifra que es inferior a la que se registró en 2005, doce años atrás, cuando ascendió a 10.052 millones de euros. Una cuantía que, a su vez, es un 20,74% inferior al máximo registrado en la facturación de recetas, en 2010 (12.506 millones). Del mismo modo, cabe destacar que el dato de facturación de 2016 es solo un 7,95% mayor que el mínimo registrado en 2013, tras todas las medidas de control del gasto, dando una idea de la moderación del ratio de crecimiento actual.
En lo que se refiere al número de recetas, durante 2016 ha superado los 900 millones, situándose en cifras de 2008, cuando se registraron 890 millones de recetas y un 7,36% inferior del máximo logrado antes del cambio de modelo de aportación y que alcanzó en 2011 un total de 973 millones de recetas.
Por su parte, el gasto medio por receta de 2016, 11,00 euros, se ha situado por debajo del registrado en el año 2000, cuando fue de 11,03 euros. Se trata de una cifra muy alejada de los 13,45 euros con los que se pagó de media cada prescripción en 2008, año que marcó el máximo histórico. De este modo, el gasto medio por receta ha caído un 18,24% desde ese máximo. Además, cabe señalar que desde el mínimo registrado en 2013, 10,68 euros, la subida ha sido de solo un 2,92% en tres años.
Otro dato que es interesante de analizar es la evolución del número de recetas per cápita y el gasto per cápita. El número de recetas por paciente alcanzó su máximo histórico en 2011, con 20,8 y desde entonces se ha mantenido por debajo de 20, si bien últimamente se está observando un repunte. En 2016 se cifró en 19,4 recetas por habitante. En lo que se refiere al gasto per cápita, en la actualidad, 213,5 euros, es un 20,83% inferior al máximo registrado en 2009, cuando alcanzó 269,7 euros.
A la vista de la evolución de los últimos años, se pueden observar tres periodos claramente diferenciados en el comportamiento del gasto farmacéutico a través de recetas. Un primer periodo, que finaliza en 2010, caracterizado por un incremento continuo del número del número de recetas. El segundo periodo comienza en 2010 cuando se inician las medidas de control del gasto con los reales decretos-ley. Primero atacando el gasto medio por receta, con las reducciones de precio de los RDL 4/2010 y 8/2010 y, posteriormente poniendo el foco también en el ámbito de la demanda con el cambio de modelo de aportación por copago con el RDL 16/2012.
Por último, a partir de mediados de 2013, fue cuando las medidas ya llevaban un año y se inicia un periodo de recuperación moderada del gasto que, no obstante, se mantiene en cifras próximas a las que se registraban más de diez años atrás.
Nicolas Gonzalez Casares:
Si no hay dinero para la compra de alimentos ... Va haber para medicamentos?