Cinco sociedades científicas vinculadas a la atención pediátrica han demandado a la toma de decisiones urgentes para la garantizar el adecuado suministro de medicamentos para atender a los más jóvenes. Según explican tampoco apoyan la sustitución de fármacos, ya “afectan a la calidad de la prescripción con el riesgo de aumentar las resistencias bacterianas, lo que supone un riesgo para la Salud Pública”.
La Asociación Española de Pediatría, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, la Sociedad Española de Infectología Pediátrica, la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria y la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas son las sociedades científicas que firman este comunicado en el cual, aseguran, asisten “con gran preocupación a la actual situación de desabastecimiento de preparaciones pediátricas de antibióticos”.
En el documento presentado se indica que “se trata de una situación que afecta, en mayor o menor medida, a prácticamente todos los antibióticos de uso comunitario y a todas las CCAA”. En ese sentido aclaran que “no estamos hablando de fármacos restringidos ni con una utilización escasa, nos referimos a antibióticos que son de primera elección para tratar los procesos bacterianos más frecuentes en población pediátrica”.
Todo ello implica a su juicio una “falta de recursos para tratar de forma adecuada a nuestros pacientes, con el consiguiente riesgo para su salud”. Igualmente que no consideran como solución “diluir o fraccionar preparaciones no pediátricas”, algo que “conlleva un mayor riesgo de errores, tanto en la prescripción como en la administración”.
Las sociedades reconoce que “las causas de los desabastecimientos (sucesivos y recurrentes) sean variables y multifactoriales, pero nos preocupa que la población pediátrica, con un impacto menor en el consumo total respecto al paciente adulto sea especialmente afectada”.
Por todo ello solicitan que “se tomen todas las medidas disponibles para revertirla en el menor plazo posible, y que se busquen soluciones más allá de sustitución por otros fármacos, que no son siempre los idóneos”.
Igualmente, concluyen, ofreciéndose “a colaborar para valorar los antibióticos” que consideran “estratégicos en la atención pediátrica”.