La Federación Internacional de Farmacia (FIP) ha lanzado este lunes un nuevo documento en el que recoge una serie de herramientas para cualificar al farmacéutico comunicatorio como un agente más del sistema sanitario en la ayuda de la cesación tabáquica. ‘Intervenciones breves para dejar de fumar: un conjunto de herramientas para farmacéuticos’, es el nuevo documento de la FIPR en el que se recogen consejos y también se anima a los profesionales de la farmacia ha “hacer intervenciones breves” para fomentar el abandono del tabaco.
“Al dotar a los farmacéuticos de los conocimientos y las habilidades necesarias para brindar intervenciones contra el tabaco, este conjunto de herramientas sirve como un recurso vital para mejorar la salud y el bienestar de las comunidades de todo el mundo y para aliviar la carga de las enfermedades relacionadas con el tabaco en los sistemas de atención de la salud”, afirmó Inês Nunes da Cunha, gerente de Proyectos de Transformación y Desarrollo de Prácticas de la FIP y autora de la publicación.
Las intervenciones para dejar de fumar dirigidas por la farmacia se refieren a la asistencia de los farmacéuticos a los pacientes que desean dejar de consumir tabaco. “Estas pueden ir desde un asesoramiento breve hasta servicios más intensivos, según las necesidades y preferencias del paciente”, explica la FIP.
La Organización Mundial de la Salud reconoce este tipo de intervenciones breves “como una de las medidas eficaces para ayudar a las personas a dejar de consumir tabaco”.
El conjunto de herramientas que ha publicado la FIP describe modelos de intervención (asesoramiento) para “asesoramiento muy breve”, a personas que están listas para dejar de consumir tabaco (el modelo de las 5A) y para aquellas que no están listas para dejar de consumir tabaco (el modelo de las 5R).
“Estas son las últimas prácticas y técnicas basadas en la evidencia que los farmacéuticos pueden utilizar para ayudar a las personas a romper su adicción. Se anima a los farmacéuticos a integrar intervenciones breves para dejar de fumar en su práctica habitual, asegurando que los servicios de abandono del tabaco formen parte de esfuerzos sanitarios más amplios para combatir las enfermedades no transmisibles”, explica Inês Nunes.