La enfermedad coronaria puede causar complicaciones graves. Sin embargo, si usted sigue los consejos de su médico y adopta hábitos saludables, puede prevenir o disminuir el riesgo de:
- Morir de repente por problemas del corazón
- Tener un ataque cardíaco y sufrir una lesión permanente del músculo cardíaco
- Sufrir una lesión del corazón por disminución del suministro de oxígeno
- Tener arritmias (latidos irregulares)
Atención médica continua
Los cambios en el estilo de vida y las medicinas pueden controlar la enfermedad coronaria. Entre los cambios en el estilo de vida se cuentan consumir una alimentación saludable, realizar actividad física, mantenerse en un peso saludable, dejar de fumar y controlar el estrés.
Si desea más información sobre los cambios en el estilo de vida y las medicinas, consulte "¿Cómo se trata la enfemedad coronaria?".
Colabore con el médico para controlarse la presión arterial y las concentraciones de colesterol y azúcar en la sangre.
Una prueba de sangre llamada determinación de lipoproteínas se usa para medirle las concentraciones de colesterol y triglicéridos. La prueba de glucosa en ayunas determina su concentración de azúcar en la sangre y muestra si tiene diabetes o corre el riesgo de tenerla.
Estas pruebas muestran si sus factores de riesgo están controlados o si el médico debe hacer modificaciones del tratamiento para obtener mejores resultados.
Pregúntele a su médico con qué frecuencia debe ir a consulta o a hacerse pruebas de sangre. Entre una consulta y otra, llame al médico si presenta síntomas nuevos o si sus síntomas empeoran.
Signos de alerta del ataque cardíaco
La enfermedad coronaria eleva el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Entérese de los signos y síntomas del ataque cardíaco y llame al 9-1-1 si tiene alguno de ellos:
- Molestias o dolor en el pecho. Pueden consistir en presión que causa incomodidad, sensación de que algo aprieta el pecho, sensación de plenitud o dolor en el centro o la parte izquierda del pecho que puede ser leve o intensa. Estas molestias o dolor a menudo duran más de unos minutos o desaparecen y vuelven a aparecer.
- Molestias en la parte superior del cuerpo (en un brazo o en ambos, en la espalda, el cuello, la mandíbula o la parte superior del estómago).
- Dificultad para respirar, que puede presentarse con las molestias del pecho o antes.
- Náuseas (ganas de vomitar), vómito, mareo o desmayo, y sudor frío.
Los síntomas pueden también abarcar problemas para dormir, agotamiento (cansancio) y falta de energía.
Los síntomas de la angina se parecen a los del ataque cardíaco. Por lo general, el dolor de la angina dura solo unos minutos y desaparece al descansar.
El dolor o las molestias en el pecho que no desaparecen o que no tienen las características habituales (por ejemplo, que se presentan con más frecuencia o durante el descanso) pueden ser signos de un ataque cardíaco. Si usted no sabe si el dolor que siente en el pecho es angina o un ataque cardíaco, llame al 9-1-1.
Cuénteles a las personas a las que ve con frecuencia que usted corre el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Ellas pueden buscar ayuda médica de urgencia si usted se desmaya de repente o sufre un síncope, o si presenta otros síntomas graves.
Aspectos emocionales y apoyo
Tener enfermedad coronaria puede causar temor, ansiedad, depresión y estrés. Es posible que se preocupe por los problemas del corazón o por los cambios que tiene que hacer en su estilo de vida en beneficio de su salud.
Hable con el equipo de profesionales de salud que lo atiende acerca de cómo se siente. También puede ser útil consultar a un consejero profesional. Si está muy deprimido, el médico puede recomendarle medicinas u otros tratamientos que pueden mejorar su calidad de vida.
Integrarse a un grupo de apoyo puede ayudarle a adaptarse a vivir con la enfermedad coronaria. Usted podrá ver cómo manejan los síntomas otras personas que los tienen. Pregúntele a su médico acerca de grupos locales de apoyo o averigüe en un centro médico de la zona.
El apoyo de la familia y los amigos también puede ayudarle a aliviar el estrés y la ansiedad. Dígales a sus seres queridos cómo se siente y cómo pueden ayudarlo.