Artículo de opinión de Ricardo Blanco, Farmacéutico comunitario. Secretario de la Asociación de Farmacéuticos Regentes, Adjuntos, Sustitutos y Sin Ejercicio de Bizkaia (Afrasse)
Leyendo un poco sendos artículo y entrevista a los presidentes de FEFE y del CGCOF, uno no sale nada reconfortado. Una vez más, los dirigentes del ámbito farmacéutico sueltan sus proclamas, abren sus puertas y extienden sus manos para postularse como los garantes del modelo, de la estabilidad, de los servicios y, como dicen ellos, del pasado, presente y futuro de una farmacia en la que al parecer solo cuenta su opinión por un lado y la del pagador por el otro.
En estos días de aguas revueltas, anuncios pre-electorales, programas varios y congresos por doquier, echo de menos también una mínima aparición de los representantes de los trabajadores del sector. Un sector al que la coyuntura de crisis ha afectado también sin duda, pero en el que a lo largo de los últimos cinco años los farmacéuticos empleados han visto considerablemente mermadas sus condiciones salariales y que se han visto sometidos a modificaciones importantes en sus puestos de trabajo.
Sé bien que pertenecemos a un sector muy acomodado tanto en su vertiente empresarial como en lo que corresponde a la parte de los trabajadores, nunca hemos sido muy de levantar la voz para defender lo nuestro y así nos luce. Pero convendría evaluar lo necesario de hacerse presentes en un momento en el que el barco de la farmacia se encuentra en situación de zozobra y a nosotros solo se nos pide que sigamos remando.
Nihil novum sub sole.
Nicolas Gonzalez Casares: