El Consejo Valenciano de Colegios de Farmacéuticos de la Comunidad Valenciana, compuesto por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Alicante (COFA), el Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Castellón (ICOFCS) y el Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF), ha impulsado la campaña ‘Que el frío no te pille desprevenido’ para prevenir y combatir las bajas temperaturas a través de las oficinas de farmacia, en especial entre los grupos de riesgo.
Al igual que se hizo el año pasado, los tres Colegios Oficiales de Farmacia enviarán avisos hasta el 31 de marzo sobre el nivel de riesgo para la salud a las farmacias para que estas, a su vez, informen a los pacientes de los municipios más afectados por el frío. Además, los Colegios también han habilitado un apartado en su web colegial que redirige la página de Salud Pública del Sistema de Vigilancia de temperaturas extremas en la Comunidad Valenciana.
Otra de las medidas que están llevando a cabo es la difusión de material e infografías con consejos de salud para informar a la población a través de las redes sociales. De hecho, este contenido puede ser compartido a través de las cuentas de las boticas con la finalidad de llegar al mayor número de personas posible y concienciar sobre los riesgos del frío.
“Como siempre decimos, el farmacéutico es el profesional sanitario más cercano a la población. Esa cercanía y accesibilidad nos permiten promocionar la salud y así prevenir enfermedades, en este caso ante el frío”, ha señalado la vocal de Salud Pública del MICOF, Vicenta Carbonell. “No podemos permitirnos el lujo de prescindir de su importante papel. Su labor es fundamental para concienciar a la población”, ha añadido.
Respecto a los riesgos frente a las bajas temperaturas, Carbonell ha hecho hincapié en las personas más vulnerables, como son las personas mayores; las mujeres embarazadas; los recién nacidos, lactantes y niños pequeños; las personas con enfermedades crónicas (respiratorias, cardiovasculares, neurológicas, diabetes, asma, etc.); las personas con adicciones e intoxicaciones etílicas; las personas de bajo peso; y las personas con tratamientos que pueden intervenir en mecanismos adaptativos del organismo: vasodilatadores, depresores del SNC, relajantes musculares, etc.