La innovación será uno de los pilare sobre el que se asentará la presidencia polaca del Consejo Europeo, que ha arrancado este pasado uno de enero y que se extenderá hasta el final del mes de julio. El primer ministro polaco Donal Tusk ha asegurado que su acción política durante la presidencia, se centrará en siete dimensione, entre ellas el refuerzo de la sanidad europea y de la innovación se presenta como un objetivo prioritario.
Con un país amenazado con una guerra como la de Ucrania en su misma frontera y con el claro objetivo de escalar puestos en el ránking europeo, Polonia llega a la presidencia sustituyendo a la Hungría de Orban, acompañada de Dinamarca y Chipre, y con un claro mensaje: ‘¡Seguridad Europa!’. Este mensaje se traslada en varios planos, en siete dimensiones lo ha deniminado Tusk, que pasan por la seguridad exterior y militar, en primer lugar, la interior, la seguridad energética y también la sanitaria.
En este último plano, el sanitario, la situación de Polonia se mantiene en una correlación casi unívoca con la Comisión Europea y ha cifrado sus principales objetivos, en el desarrollo de la innovación sanitaria, donde Polonia aspira a tener una participación más importante, el desarrollo del Espacio Europeo de Datos y un apoyo directo en la incentivación de la producción de fármacos dentro del territorio europeo.
En el plano asistencial, el país muestra también una sintonía con el Ejecutivo europeo en los planes en salud mental y el desarrollo de políticas de prevención en los dos extremos de la población: jóvenes y mayores.
“La Unión Europea no es solo la política de 27 naciones, sino, sobre todo, una sola red de mercado y comercial. Estas relaciones construyen nuestra comunidad, al igual que nuestros valores europeos centrales: la democracia, el estado de derecho, el progreso y la cooperación”, ha asegurado Tusk, quien se ha comprometido para “garantizar que la seguridad de Europa sea una realidad, no solo una aspiración”.