Artículo de opinión de Juan Antonio Sanchez Socio Director TAXFARMA
Las oficinas de farmacia se enfrentan durante estos meses a su "foto fiscal" del año 2015: El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Ya casi ni recordamos que al final del año 2014, las autoridades gubernamentales, aprobaron mediante tres normativas, la esperada "reforma fiscal".
Los principales impuestos directos (gravan la obtención de beneficio) de nuestro sistema tributario, el IRPF y el Impuesto sobre Sociedades eran retocados por dos nuevas leyes que irrumpían en nuestro ordenamiento tributario.(Leyes 26 y 27/2014).
La tercera en discordia, la Ley 28/2014, afectaba al Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) que, como bien conoce el lector, solo tocaba 'de refilón' a la farmacia por las modificaciones en tipos impositivos referidos a las materias primas utilizadas en la elaboración de formulas magistrales.
Los efectos en la hoja de ruta fiscal 2015 de una farmacia venían evidentemente más afectados por las Leyes 26/2014 y 27/2014. Aunque curiosamente, la consecuencia de mayor impacto en la actual declaración de Renta 2015 del farmacéutico/a propietario/a de una farmacia vendrá más por lo que no aparece en la reforma fiscal que por sus novedades.
En los encuentros formativos que he mantenido con farmacias de toda España desde la aprobación de la reforma fiscal, mi inicio era algo desesperanzador :
"...Probablemente, las farmacias pagaran más impuestos en su declaración de IRPF 2015 de lo que desembolsaron en la pasada Renta 2014..."
Para entender este atrevimiento, hemos de remontarnos al ejercicio 2009. Dicho año fue el primero en el que las farmacias (y resto de contribuyentes que desarrollan actividades económicas) podían aplicarse la reducción del 20% en su rendimiento por mantenimiento o creación de empleo. En un sector con estabilidad laboral, como la que tienen las oficinas de farmacia, era una noticia "de calado fiscal".
Este incentivo fiscal, inicialmente previsto para el trienio 2009, 2010 y 2011, fue renovado posteriormente de forma consecutiva en las leyes de presupuestos para los ejercicios 2.012, 2013 y 2014. Los intentos por parte de las principales asociaciones empresariales de mantenerlo a 2015, cayeron en saco roto.
Y la primera vez que las oficinas de farmacia se enfrentan a la eliminación de este incentivo es precisamente su declaración de renta 2015.
En esta declaración de renta de las farmacias españolas, la bajada de tipos en las escalas general y del ahorro, difícilmente podrá amortiguar el impacto de la eliminación de esta reducción impositiva
Como siempre ocurre en muchos terrenos de la vida, 'a lo bueno, siempre se acostumbra uno' y quizá algún farmacéutico no haya valorado de forma cuantitativa, el impacto que tendrá esta "novedad" no incluida en la esperada reforma fiscal....ahora lo podrá valorar sin problema.
Juan Antonio Sánchez.
Economista Asesor Fiscal. Colegiado 7654.
Socio Director TAXFARMA. www.taxfarma.com
