La Consejería de Salud y Consumo contabilizará las agresiones al personal sanitario teniendo en cuenta los distintos perfiles de los usuarios que agreden y las características de las agresiones. Así se ha trasladado a las organizaciones sindicales en la mesa técnica sobre agresiones celebrada el pasado martes.
De esta forma, tal y como establece el Plan de Prevención y Atención frente a agresiones del Servicio Andaluz de Salud (SAS), las agresiones de usuarios con trastorno psiquiátrico/psicológico o de aquellos que sufren algún deterioro cognitivo se registrarán de forma diferenciada.
Los datos de registro de agresiones del Servicio Andaluz de Salud (SAS) arrojan una cifra de 898 agresiones entre enero y julio, cifra muy similar a 2019, antes de la pandemia de Covid, cuando en el mismo periodo se registraron 902.
Según el análisis de estos datos, el 16% del total de agresiones son cometidas por usuarios con trastorno psiquiátrico, psicológico o que sufren algún deterioro cognitivo. Desde el Plan de Prevención y Atención del SAS, se destaca que este porcentaje se mantiene estable cada año y está ligado al tipo de actividad desempeñada en los centros asistenciales, es decir, es consustancial a áreas asistenciales específicas por lo que las medidas preventivas y actuaciones deben ser distintas en este tipo de casos ya que no son agresiones equiparables al resto.
El Plan de agresiones, aprobado hace dos años, incorporó como novedad un programa especial de acompañamiento al profesional agredido y un profesional con formación específica que ejerce como guía en la prevención de agresiones y actuación ante las mismas.
Esta figura del profesional guía tiene el objetivo de acompañar, asesorar en los trámites y dar apoyo al trabajador que sufre una agresión. Cada centro, en función de sus características e incidencia de agresiones, está implantando esta figura.