LUNES, 27 de julio de 2015 (HealthDay News) -- Las grandes fluctuaciones en la presión arterial podrían indicar un aumento en el riesgo de enfermedades cardiacas y muerte prematura, según los investigadores.
El estudio de gran tamaño de personas que tomaban medicamentos para la presión arterial halló que las variaciones de más de 14 mm Hg en las mediciones de la presión arterial sistólica cada vez que visitaban al médico se relacionaron con un aumento del 25 por ciento en el riesgo de insuficiencia cardiaca. La presión arterial sistólica es el número superior en una medida de la presión arterial.
"Los pacientes deberían controlar su presión arterial", dijo el investigador principal, Paul Muntner, profesor de epidemiología en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Alabama, en Birmingham. "Deberían ser conscientes de sus cambios en la presión arterial, y si la variación es muy grande, quizá deban hablar con su médico sobre las razones por las que está cambiando".
Estas variaciones podrían ser una señal de un mayor daño en las arterias, sobre todo del endurecimiento de las mismas, señaló Muntner.
Alrededor de uno de cada tres de los adultos en EE. UU. tienen hipertensión, según la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).
Para realizar el estudio, publicado en línea el 27 de julio en la revista Annals of Internal Medicine, Muntner y sus colaboradores analizaron los datos de un ensayo importante sobre el uso de medicinas para luchar contra la hipertensión y el colesterol alto. El ensayo contó con casi 26,000 personas. Las mediciones de la presión arterial se tomaron en la quinta, la sexta y la séptima visitas, que se produjeron entre los 6 y los 28 meses tras el inicio del estudio.
En comparación con los pacientes cuya presión arterial se mantuvo estable, los investigadores hallaron que una variación de la presión arterial promedio de unos 15 mm Hg se relacionó con un aumento de un 30 por ciento en el riesgo de sufrir un ataque cardiaco o una enfermedad cardiaca mortal, y de un 46 por ciento en el riesgo de accidente cerebrovascular. Además, el riesgo de muerte por cualquier causa aumentó en un 58 por ciento.
Dado que estos hallazgos se basan en un análisis de los datos de un estudio de gran tamaño, Muntner enfatizó que solamente muestran una asociación entre las enfermedades cardiacas, la muerte y las variaciones en la presión arterial, y no una relación directa de causa y efecto.
Algunos medicamentos para la presión arterial, en concreto los bloqueadores del canal de calcio y los diuréticos, pueden controlar las variaciones de la presión arterial mejor que otros, dijo.
Pero Muntner dijo que los pacientes no deberían tener la intención de cambiar de medicamentos, dado que todavía no se ha probado que contener estas variaciones en la presión arterial evitará estos problemas.
La hipertensión es un factor contribuyente principal del ataque cardiaco, la insuficiencia cardiaca, el accidente cerebrovascular, la insuficiencia renal y la muerte prematura, añadió el Dr. Gregg Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California en Los Ángeles.
Bajar la presión arterial sistólica a menos de 140 mm Hg y la diastólica a menos de 90 mm Hg con medicamentos y cambios en el estilo de vida es el objetivo del tratamiento a largo plazo, dijo.
Algunos otros estudios han sugerido que las variaciones observadas en las distintas visitas médicas en las mediciones de la presión arterial también se asocian con un aumento del riesgo de enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares, añadió.
Se necesitan más estudios para evaluar estrategias efectivas para limitar la variabilidad entre las visitas médicas en la presión arterial y los daños potenciales asociados con ello, dijo Fonarow.
"Las personas con hipertensión deberían centrarse en mantener de manera consistente su presión arterial en su rango objetivo, al tomar sus medicamentos de forma consistente, seguir una dieta sana para el corazón y la presión arterial, y hacer ejercicio", dijo.
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
FUENTES: Paul Muntner, Ph.D., professor, epidemiology, University of Alabama School of Public Health at Birmingham; Gregg Fonarow, M.D., professor, cardiology, University of California, Los Angeles; July 27, 2015, Annals of Internal Medicine, online