JUEVES, 18 de junio de 2015 (HealthDay News) -- En casi el 40 por ciento de los hogares de EE. UU. donde los padres fuman, esos padres no tienen normas libres de humo para sus hijos, encuentra un estudio reciente.
Tener una casa libre de humo (donde siempre se fuma fuera de casa) protege a los niños de la exposición al humo de segunda mano, y también reduce el riesgo de que luego comiencen a fumar, dijeron los investigadores.
Otra experta estuvo de acuerdo.
"Las normas libes de humo son un aspecto muy importante del control del tabaco, sobre todo para los niños, ya que, a diferencia de los adultos, ellos tienen menos control sobre su medioambiente", comentó Patricia Folan, directora del Centro para el Control del Tabaco del Sistema de Salud North Shore-LIJ en Great Neck, Nueva York.
En el nuevo estudio, un equipo dirigido por Ana Martínez Donate, de la Universidad de Wisconsin en Madison, observó datos de una encuesta del gobierno federal de 2010-2011. Los investigadores encontraron que alrededor del 60 por ciento de los hogares con hijos y al menos un padre que fumaba contaban con una norma libre de humo voluntaria.
Esas normas eran más probables en los hogares con dos padres, en contraste con los hogares monoparentales, encontraron los investigadores. Las normas eran más probables si los padres tenían una educación universitaria, y si los ingresos familiares equivalían a 50,000 dólares o más. Era más probable que hubiera normas libres de humo en los hogares donde había bebés que en los que no, halló el estudio.
La mayoría de los padres se mostraron de acuerdo en que nunca se debe permitir fumar dentro del coche cuando hay niños dentro, incluso el 72 por ciento de los que no contaban con una norma libre de humo en casa, encontró el equipo de Wisconsin.
Por otro lado, apenas el 61 por ciento de los padres que no tenían normas libres de humo en casa respaldaban unas áreas de juego al aire libre libres de humo para los niños.
Folan cree que se debe hacer más por lograr que los padres que fuman se lo piensen dos veces antes de fumar cerca de sus hijos.
"Para aumentar las normas libres de humo, sobre todo en los hogares, se necesita una campaña antitabaco nacional, que resalte el impacto del humo de segunda y tercera mano sobre los niños", enfatizó Folan. "Una campaña educativa en las guarderías y escuelas también podría ser útil".
Pero un experto cree que el problema real es que todavía haya padres que fumen.
"Aunque quizá parezca alentador que la mayoría de adultos respalden los hogares libres de humo, eso no aborda el modelamiento de rol del mensaje que transmiten los padres que todavía fuman, ya sea dentro o fuera de la casa", planteó el Dr. Howard Selinger, catedrático de medicina familiar de la Facultad de Medicina de la Universidad de Quinnipiac en Hamden, Connecticut.
"Lo que importa es si esos niños crecen y se convierten o no en adultos que fumen", planteó.
Los hallazgos aparecen en la edición del 18 de junio de la revista Preventing Chronic Disease.
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor
FUENTES: Howard Selinger, M.D., chair of family medicine, Frank H. Netter MD School of Medicine at Quinnipiac University, Hamden, Conn.; Patricia Folan, director, Center for Tobacco Control, North Shore-LIJ Health System, Great Neck, N.Y.; Preventing Chronic Disease, news release, June 18, 2015