Buenos Aires acoge desde el 28 de agosto hasta el 1 de septiembre el 76º Congreso Mundial de Farmacia y Ciencias Farmacéuticas, organizado por la Federación Farmacéutica Internacional, FIP. En la apertura de las jornadas, la presidenta de esta institución, Carmen Peña, afirmó que la atención de salud ya no puede separarse de las cuestiones sociales y que “farmacéuticos y otros profesionales de la salud deben estar más preocupados por la integración de procesos y la coordinación socio-sanitaria, que es un rol importante, pero a menudo olvidado de las farmacias comunitarias”.
Destacó las nuevas necesidades de los pacientes, que crecen en número y en edad y padecen cada vez más enfermedades crónicas. A su parecer, “este nuevo perfil demanda nuevas áreas de acción de los farmacéuticos en términos de atención sanitaria así como atención domiciliaria”. Del mismo modo, “autocuidado y medicamentos de venta sin receta también merecen una mayor atención en esta nueva era de la atención de salud”, agregó.
Peña pidió políticas de coordinación entre los profesionales de la salud, así como un fomento de la confianza y mayor comunicación. También hizo referencia, en relación a la historia clínica, a la necesidad de que los pacientes decidan el grado en que su información personal se comparte entre los profesionales de la salud.
Toda esta visión de la presidenta de la FIP sobre la profesión se enmarca en su plan “Dos veces dos”, basado en dos acciones (desarrollo profesional y la promoción y defensa de los intereses de farmacia) y en dos niveles (individual y colectiva). Personas, servicios y sostenibilidad son las tres áreas focales.
Durante el Congreso Mundial de Farmacia y Ciencias Farmacéuticas de la FIP, entidad que reúne a asociaciones nacionales de farmacéuticos y científicos farmacéuticos, profesionales de 98 países hablarán acerca de cómo la farmacia puede desempeñar un papel más importante en la reducción de la carga global de enfermedad, según informa desde esta institución.
Nicolas Gonzalez Casares: