A la vista de las cifras récord alcanzadas por el precio de la electricidad en España y la necesidad de los usuarios de buscar una mayor eficiencia, COFM Servicios 31 ha recordado la existencia de Farmaenergía, un servicio de asesoramiento energético integral que incluye un capítulo de venta de energía.
El servicio que facilita a sus clientes la sociedad del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid a través de Fenie Energía, la comercializadora de energía eléctrica de los instaladores de España, implica un completo asesoramiento y la implementación de medidas de ahorro energético orientadas específicamente a oficinas de farmacia. “Realizar un estudio para facilitar mejoras en las instalaciones eléctricas y utilizar de manera más racional de la energía en las oficinas de farmacia se traduce en un recorte significativo de la factura energética”, afirman desde COFM Servicios 31 SLU. ¿Cuál es la cifra de ahorro? “En algunos casos puede llegar hasta un 25%”, manifiestan desde la sociedad.
Cabe destacar que el gasto energético de las oficinas de farmacia puede superar el 8% de sus gastos operativos, por lo que desde COFM Servicios 31 SLU estiman importante contar con una asesoría energética que ayude a buscar nichos de ahorro y facilite la implantación de medidas de ahorro energético. ¿Cuáles son esos nichos de ahorro energético en las farmacias? “Iluminación, climatización y neveras son los principales gastos energéticos en una farmacia por lo que es ahí donde se puede actuar para rebajar considerablemente la factura”, indican.
Optimización
Farmaenergía se sustenta sobre tres pilares: reducir los gastos en energía, mantener el nivel de servicios en las instalaciones y cumplir con la normativa vigente en materia energética. Para ello, se llevan a cabo estudios técnico-económicos para instalar baterías de condensadores que ahorren al eliminar la penalización en la factura eléctrica por energía reactiva; se sustituye la iluminación por otra más eficiente; se implantan equipos de monitorización de consumo para que cada farmacia sepa lo que consume y se puedan identificar las posibilidades de ahorro; y se efectúan estudios de optimización de la potencia contratada para que cada farmacia pague solo por lo que realmente necesita. “Ser eficientes es una cuestión de actitud”, concluyen.