Fernando Benítez Rodríguez, abogado especialista en Privacidad y delegado de Protección de Datos de COFM Servicios 31, recomienda “ser muy cautos” con el uso de aplicaciones móviles. Su recomendación: usar las redes sociales solo como medio de consejo e información.
Las redes sociales, si bien pueden resultar muy útiles en el ejercicio profesional, deben manejarse “con cautela”, cuando se trata de profesiones sanitarias, como la farmacéutica, donde se tratan datos confidenciales de los pacientes asegura este experto.
De WhatsApp, una aplicación a la que se le está dando uso profesional, conviene destacar que “el WhatsApp que utilizamos normalmente es de uso personal. Para poder hacer de ella un uso profesional debemos usar WhatsApp Business, enfocada a gestionar comunicaciones con clientes. Nos permite garantizar el cumplimiento de la normativa vigente, porque en el WhatsApp personal si compartimos datos o fotos de recetas no estaríamos cubiertos por la normativa, por lo que puede derivar en sanciones”, explica Benítez Rodríguez, que hace hincapié en que, “aun usando la versión profesional de la aplicación, siempre hay que tomar precauciones, como informar correctamente y tener protocolos claros de uso”. “Aunque tengamos móvil de uso exclusivo para la farmacia, en ese teléfono también debemos tener instalado WhatsApp Business”, añade.
La problemática de que las oficinas de farmacia tengan un perfil en redes sociales (RRSS) no radica en el hecho en sí de tenerlas, sino en cómo se utilizan. “Podemos tener RRSS y enlazar a nuestra web donde tenemos un blog, y desde ahí dar consejo. El problema radica en que las RRSS son muy potentes y llegamos a un público muy amplio. Aquí entra en juego la vigente Ley de Farmacia”.
A modo de ejemplo indica que “en la Comunidad de Madrid es cierto que la Ley de Farmacia está obsoleta en ese sentido (recordemos que es una ley de los años 90), y esperamos que pronto tengamos una nueva Ley de Farmacia acorde a los tiempos que vivimos porque vamos encaminados hacia el concepto de farmacia digital. De hecho, en Infarma Virtual 2021 abordaron precisamente el concepto de farmacia 2.0”, sostiene Benítez.
Por tanto, usar RRSS para comunicarnos y dar información y consejo no tiene mayor problema. “Sin embargo, la publicidad y la promoción queda bastante limitada. Como consejo, para aquellas farmacias que usen RRSS, los límites debemos tenerlos claros. A nivel de uso en internet, aplicaríamos la misma norma que tienen hoy día las farmacias físicas respecto a la publicidad. Por ejemplo, en la farmacia de la Comunidad de Madrid hay elementos de los que no se puede hacer publicidad, como fórmulas magistrales, pues aplicaríamos esta misma norma en internet. Nuestra recomendación es enfocar las redes hacia la atención al cliente y al consejo, y la publicidad y promoción, hasta que no exista una nueva ley, no la introduciríamos”, concluye Benítez.