La distribución farmacéutica ha recibido con tranquilidad el anuncio de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de abrir un estudio del sector de la distribución mayorista de medicamentos para determinar si existen restricciones al acceso a la actividad y a la competencia en el mercado. Según apuntan fuentes de la distribución, no creen que exista esa restricción ya que se trata de un mercado "muy atomizado" en el que "hay más de 30 empresas con actividad de distribución farmacéutica" en la actualidad, muchas más hace un año antes de la creación de Bidafarma.
Esta situación en nuestro país se contrapone con la existente en la mayoría de países de la Unión Europea, donde operan hasta un máximo de cuatro o cinco empresas de distribución. En muchos de ellos, menos. Por ese motivo, desde la distribución no se entiende muy bien este informe si no es por dar continuidad al realizado en 2015 sobre la distribución farmacéutica.
Además, otro de los aspectos que pretende abordar la CNMC se refiere a los márgenes que maneja el sector a la búsqueda de otras alternativas más eficientes. Desde la distribución se ve con buenos ojos siempre que se aborde desde la perspectiva y necesidades del modelo de farmacia mediterráneo, que se caracteriza por su distribución solidaria. De este modo, la distribución estaría dispuesta a estudiar las alternativas que ponga encima de la mesa la autoridad de competencia.