El vocal de Salud Pública del Colegio Oficial de Farmacéuticos (COF) de Alicante, Jesús Juana, ha mostrado la preocupación de este colectivo profesional ante el alto riesgo para la salud pública que suponen las medidas que se están adoptando por parte de la Consellería de Sanidad. "Cada vez quedamos menos farmacéuticos al servicio de la salud pública, con lo que la carga de trabajo es tal que resulta inasumible cumplir con los protocolos de inspección por falta de tiempo y personal".
El vocal colegial asegura que "la Consellería está imponiendo recortes de personal y de dietas por el uso del vehículo privado para cumplir con las inspecciones, y además pretenden instaurar servicios de guardias localizadas sin remuneración para atender las alertas e intoxicaciones alimentarias que surjan".
En el comunicado de la Vocalía del COF de Alicante señalan que estas medidas redundan "en unas condiciones de trabajo cada vez más precarias, con el alto riesgo para la salud pública a nivel alimentario, a lo que se suman los riesgos derivados de la menor vigilancia del agua de consumo público por la reducción de las inspecciones que se llevan a cabo sobre los abastecimientos de aguas y la reducción de los preceptivos informes sanitarios en torno a las nuevas infraestructuras de abastecimiento".
Para Juana, esta disminución en la vigilancia ambiental "deriva en un claro aumento del peligro de aparición de legionella en hoteles, campings y demás infraestructuras turísticas, con la repercusión que esto puede ocasionar a nivel turístico, uno de los pilares básicos de la economía de nuestra provincia, especialmente en estas fechas". El vocal del Colegio de Farmacéuticos ha advertido además de que "no existen conversaciones con la Dirección General de Salud pública, ya que todas las medidas nos vienen impuestas de forma unilateral desde la Dirección General".