Ámsterdam albergará la nueva sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), tras empatar con Milán en la ronda final y decidirse por sorteo la sede oficial de la EMA en la reunión del Consejo de Europa que ha tenido lugar este lunes.
Barcelona, había quedado eliminada en el primer corte y relegada a una quinta posición con 13 votos, mientras que en cuarta posición ha quedado Bratislava con 15, pasando a la segunda votación las candidaturas de Milán con 25 y Ámsterdam con 20 empatada con Copenhague. A pesar de la supremacía de Milán durante las votaciones, en la última ronda ha quedado empatada con Ámsterdam, quien se ha alzado con el triunfo después de tener que realizarse un sorteo como prevén las bases para la elección.
Barcelona es la segunda vez que pierde la oportunidad de albergar la sede de la Agencia, en 1992 quedó en segunda posición después de Londres. Ahora, 25 años después, no ha podido beneficiarse del Brexit a consecuencia de la inestabilidad política, como aseguran múltiples analistas internacionales, puesto que contaba con la candidatura técnica más adecuada.
La Ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, ha declarado nada más conocer la noticia que Barcelona quedaba eliminada que estaba “triste por España, también por Cataluña y por Barcelona, hemos perdido un proyecto importantísimo para España, importantísimo para la industria farmacéutica, para los hospitales universitarios, investigadores y para todo el Sistema Nacional de Salud, hemos perdido una gran oportunidad, hay alguien que no ha remado con la misma fuerza y en la misma dirección y debería haber estado aquí, apoyando con la misma fuerza una candidatura objetivamente ganadora”.
“Ahora, más que nunca tenemos que trabajar realmente unidos, para continuar este gran proyecto que es la UE y también España, hoy hemos visto los efectos negativos a lo que nos puede llevar la división”, ha asegurado Montserrat.
Sin entusiasmo en la EMA
El director ejecutivo de la EMA, Guido Rasi, no se ha mostrado especialmente entusiasmado con la decisión. Para él, Ámsterdam cumple “muchos” de los requisitos establecidos y “ofrece una excelente conectividad y un edificio que se puede configurar de acuerdo a nuestras necesidades”.
Además, Rasi ha explicado que, según las encuestas internas entre los empleados de la agencia, una gran mayoría del personal de EMA estaría dispuesta a trasladarse a la capital holandesa antes del 30 de marzo de 2019, cuando debe haberse completado la reubicación.
Además, tal y como ha explicado la EMA en un comunicado, la agencia, y Holanda comenzarán su colaboración estableciendo una estructura de gobernanza conjunta para dirigir y supervisar el proyecto de reubicación. En este sentido, la EMA se compromete a brindar a las partes interesadas y al público “una visión completa del proyecto de reubicación”. Además, a principios de diciembre, la agencia expondrá un cuadro de seguimiento en su sitio web que permitirá hacer un seguimiento del progreso realizado.
Lamento en el sector
Distintas entidades del sector han empezado a reaccionar ante la decisión definitiva de traslado de la EMA. En este sentido, Farmaindustria, que ha considerado que “Barcelona constituía una candidatura excelente, ya que reunía las condiciones idóneas para acoger la agencia”, ha ofrecido “su plena colaboración a las autoridades comunitarias para que la transición de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) a la nueva sede de Ámsterdam se lleve a cabo de la forma más ágil y ordenada posible, asegurando la continuidad de las funciones de la agencia y la permanencia de sus responsables y profesionales”.
Por su parte, la Asociación Española de Economía de la Salud (AES) ha lamentado la “oportunidad perdida” y, a través de su presidente, Eduardo Sánchez-Iriso, ha criticado la “irresponsabilidad política de los dirigentes en Cataluña y en España", a los que ha instado a reflexionar sobre una agenda que tiene “graves consecuencias” económicas y sociales.
Para Sánchez-Iriso, además de la pérdida de empleo directo e indirecto, “se ha dejado escapar la ocasión de que las reuniones con profesionales más importantes del sector se realizaran en España”, a través de un potente clúster en el sector farmacéutico que podía haber estado dentro de casa con sus consecuentes beneficios. “Lo que se ha perdido no es una agencia política; es la posibilidad de que los debates de referencia del sector farmacéutico se desarrollaran dentro de casa, con sus consecuentes beneficios”, ha sentenciado el presidente de la AES.
