El almagato es un fármaco antiácido que va a neutralizar los ácidos que produce nuestro estómago.
Sus efectos aparecen muy rápidamente, en aproximadamente un minuto.
Va a estar indicado para el alivio de los síntomas como la acidez o el ardor de estómago que pueden aparecer en adultos y adolescentes, a partir de 12 años.
Podemos encontrar en la farmacia distintas presentaciones de almagato en forma de comprimidos masticables o sobres de suspensión oral.
Estos medicamentos no requieren de receta médica para su dispensación.
La dosis habitual está comprendida entre un gramo y un gramo y medio tres veces al día.
Para optimizar sus efectos, es recomendable que tomes el almagato, aproximadamente, media hora a una hora después de las comidas.
Si no consigues controlar los síntomas con la dosis habitual, puedes administrar una dosis adicional antes de acostarte, pero es muy importante que no superes nunca los 8 gramos diarios.
Si después de 14 días de tratamiento observas que los síntomas continúan o empeoran es muy importante que consultes con tu médico para que descarte una patología más grave.
El almagato presenta varias características que lo diferencian de otros antiácidos tradicionales como el bicarbonato sódico.
En primer lugar, tiene un bajo contenido en sodio, por lo que no va a subir la tensión en pacientes hipertensos.
Además, tampoco presenta calcio en su composición, por lo que no va a dar lugar a estreñimiento.
Suele ser bien tolerado y sólo en ocasiones puntuales puede aparecer una diarrea leve que desaparece al suspender el tratamiento.
El almagato puede reducir la absorción de otros medicamentos cuando se administra a la vez, sin embargo es muy fácil evitar esta interacción distanciando la toma de almagato y otro medicamento unas dos o tres horas.
Y recuerda, consulta siempre con tu farmacéutico de confianza, él te informará sobre los efectos y las dosis del almagato y cualquier otra duda que tengas.