El gasto farmacéutico se encuentra en la menor proporción del PIB: 0,87%

El gasto farmacéutico a través de recetas, que alcanzó en 2018 los 10.476 millones de euros, es, no obstante, una de las más reducidas en términos relativos, con respecto al Producto Interior Bruto (PIB), el gasto público total o el gasto sanitario público, de los últimos 20 años.

Según un análisis del gasto farmacéutico a través de recetas realizado por Diariofarma, en el que se compara con otras variables macroeconómicas y sanitarias, resulta que los últimos siete ejercicios, entre 2012 y 2018, son los años en los que el esfuerzo relativo para afrontar el gasto en medicamentos es el menor que ha hecho la sociedad española en los últimos 20 ejercicios.

De este modo, podemos observar cómo en 1999 el gasto farmacéutico a través de recetas suponía el 1,03% del Producto Interior Bruto; el 2,57% del gasto público total o el 20,68% del gasto público en salud. En 2017, dado que aún no hay datos de 2018, estos ratios pasaron a un 0,87% del PIB (cifra que se mantiene en 2018); el 2,13% del gasto público o el 13,97% del gasto en salud.

Estas cifras, además, están lejos de los máximos marcados años atrás. En este sentido, según el análisis realizado, en 2009 el gasto farmacéutico alcanzó el 1,16% del PIB; en 2003 supuso el 2,91% del gasto público total y en 2002, alcanzó el 20,02% del gasto público en salud.

Si comparamos el cuadro macroeconómico de 1999 y lo comparamos con 2017, observamos que el PIB ha crecido un 96,2%, el gasto público un 101,5% y el gasto público en salud un 146,6%. En ese mismo periodo el gasto facturado en recetas ha crecido solo un 66,6%. Además, entre enero de 1999 y diciembre de 2017, el Indice General Nacional según el sistema IPC se incrementó el 51,3%.

Comparándolo con esos años en los que se marcaron los ratios récord del gasto en medicamentos en diversas variables en comparación con la obtenida en 2017, podemos ver que el peso del gasto farmacéutico sobre el PIB ha caído un 24,8%; el gasto farmacéutico sobre el gasto público total se ha reducido un 26,8% y el gasto en recetas sobre el gasto sanitario público, ha caído un 36,6%.