La Sociedad Española de Farmacia Rural (Sefar) y la Federación de Empresarios Farmacéuticos de Castilla-La Mancha (Fefcam) han elaborado un decálogo de reivindicaciones, en relación con la situación de las farmacias de los municipios con población inferior a los 1.000 habitantes, las cuales, dicen, están viendo su supervivencia "amenazada".
Esto así, según las organizaciones firmantes, porque se están viendo obligadas a ampliar horarios, adelantar el pago de los medicamentos y multiplicar sus visitas a los domicilios "para atender los problemas de salud y ayudar a los ciudadanos ante las restricciones impuestas para controlar la expansión del virus".
Para hacer frente a esta situación, solicitan el "establecimiento de un fondo de compensación que asegure la viabilidad económica de las farmacias rurales que prestan un servicio esencial". Asimismo, reclaman la "racionalización y pago de los servicios de guardia", así como el "establecimiento de servicios profesionales remunerados".
También han pedido "la cesión y/o ayudas municipales para los locales", la "mejora de las telecomunicaciones", la aplicación de "desgravaciones fiscales para combustible y vehículo, imprescindibles en los desplazamientos obligatorios y habituales de los farmacéuticos rurales", o el "acceso a los planes europeos de desarrollo rural".
También han reivindicado "la legalización de la atención farmacéutica domiciliaria", la consideración de la farmacia rural como "establecimiento sanitario esencial" y que se les conceda "la dispensación de medicamentos de ámbito hospitalario que no requieran de monitorización".