El Gobierno de Cantabria y el Colegio de Farmacéuticos de Cantabria estudian una colaboración para mejorar los servicios sociosanitarios públicos de la región, a través de los servicios farmacéuticos en los municipios con riesgo de despoblamiento que no disponen ni de farmacia ni de botiquín.
La consejera de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior, Paula Fernández Viaña, y el director general de Farmacia, Jorge de la Puente, se han reunido con la presidenta del Colegio en Cantabria, Rita de la Plaza, y el vicepresidente, Luis Pino Noriega.
Fernández Viaña ha valorado el proyecto que ya desarrollan algunas farmacias en los ayuntamientos, dentro de los servicios personalizados de dosificación y seguimiento de los medicamentos de los vecinos que lo soliciten.
La iniciativa se dirige cubrir servicios que “ayudan a reducir la brecha y mejorar la calidad de vida de los vecinos” y se ha comprometido a estudiar de forma coordinada la extensión y ampliación de la iniciativa para reforzar la estrategia en la lucha contra la despoblación.
En este punto, la presidenta del Colegio de Farmacia de Cantabria ha destacado que estos servicios, que se desarrollan vía convenio con algunos ayuntamientos y que ahora se plantea ampliar y extender, ayudan a “mejorar la adherencia al tratamiento y evitan errores en la medicación”. Por eso, ha valorado el papel de los establecimientos de farmacia en el ámbito rural “para mejorar la calidad de vida y, especialmente, de aquellas personas más vulnerables por edad o enfermedad”.
Desde estos establecimientos en los pueblos, ha defendido, “se puede ofrecer asistencia farmacéutica, pero también servicios sociales y de salud pública, y ha apuntado que ninguna farmacia ha llegado cerrar durante la pandemia del coronavirus y ha podido seguir prestando servicio a los vecinos”.
De los 39 municipios en riesgo de despoblamiento de Cantabria, 25 ya tienen farmacia, tras resolverse el último concurso de la Consejería de Sanidad; otros siete cuentan con botiquines, y siete ayuntamientos carecen de este tipo de servicios.
Por último, ha apuntado los beneficios del proyecto no solo desde el punto de vista asistencial, sino para generar mayor actividad comercial y económica en el entorno por el funcionamiento de las farmacias. “El que haya una farmacia en un pueblo, asegura un flujo de personas y comercios añadidos también”, ha remarcado la presidenta del colegio.
Por su parte, el director general de Farmacia de la Consejería de Sanidad se ha comprometido a estudiar la viabilidad del proyecto a nivel autonómico y se ha mostrado optimista en la implantación de las medidas.