Las redundancias terapéuticas en pacientes atendidos en centros de atención primaria del Instituto Catalán de la Salut se redujeron un 40,8% en 2015, con un total de 8.805 casos, según datos de este organismo. También se llevaron a cabo 7.604 acciones de desprescripción en pacientes polimedicados, y se resolvieron 3.320 contraindicaciones relacionadas con algunos fármacos.
Estas cifras revelan la mejora “considerable” que se ha producido en la calidad de la prescripción farmacéutica en consultas de atención primaria, según se afirma desde el ICS en un comunicado. Esto ha sido posible gracias a una herramienta que valora las indicaciones de las recetas de medicamentos, denominada Estándar de Calidad de Prescripción Farmacéutica, que está incluida en el proceso de incentivación de los profesionales.
En la línea de aportar eficiencia al sistema, en 2013, el Departamento de Salud de Cataluña puso en marcha el Proyecto Esencial, para promover entre los profesionales sanitarios comportamientos que eviten la aplicación de prácticas clínicas que no son necesarias, como la utilización de medicamentos y tecnologías sanitarias que no aportan valor a los pacientes.
El ejemplo de los inhibidores de la bomba de protones
En la estrategia para disminuir la ‘sobremedicalización’, desde el ICS destacan el caso de los inhibidores de la bomba de protones, que son recetados al 11,6% de los pacientes adultos atendidos en centros de atención primaria del ICS.
Este porcentaje aumenta hasta el 49,2% en pacientes mayores de 75 años. En este grupo de población, el 31% de prescripciones de este tipo de medicamentos son inadecuadas. Este porcentaje aumenta hasta el 51,8% entre toda la población adulta. A pesar de esta elevada cifra, va en disminución, puesto que en 2014 superaba el 60%.