Grifols ha anunciado el desarrollo de un test molecular específico TMA (Amplificación Mediada por Transcripción) que permite la detección del virus SARS-CoV-2 en plasma, sangre y muestras respiratorias. Su sensibilidad, afirman desde la compañía, sería "equivalente o incluso superior a otros test moleculares disponibles actualmente, como los basados en PCR". En cuanto a la capacidad productiva de su fábrica en San Diego, Estados Unidos, aseguran que podrían disponer de un millón de test a la semana.
Explican que este test TMA es una solución "completa y automatizada y que incluye todos los reactivos, desde la preparación de la muestra, hasta la obtención del resultado". El procesamiento se hace con equipos Procleix Panther, con capacidad, dicen, "para analizar más de 1.000 muestras diarias por instrumento".
Víctor Grifols, co-CEO de la firma de origen con español, pero que tiene su sede en Los Ángeles, Estados Unidos, opina que, en estos momentos, "disponer de la suficiente capacidad de testeo molecular es crítico para ayudar a controlar esta pandemia". Además, este test permitiría implementar, explican, estrategias de testado grupal de individuos (pool testing). Y, a juicio de Grifols, "una posible estrategia de pooling es sin duda, un factor diferencial, que lo podría hacer factible".
Desde la compañía con sede en Barcelona informan de que el inicio del desarrollo de su test para detectar SARS-CoV-2 tuvo lugar en la primera semana de febrero, gracias a una combinación de esfuerzos de sus equipos en San Diego (EEUU), Bilbao y Barcelona (España). El diseño y fabricación se ha realizado en las instalaciones de San Diego, que concentran la producción global de este tipo de test con la tecnología TMA, propiedad de Grifols.
Posteriormente, los test se habrían validado en muestras de origen respiratorio en los laboratorios de Grifols-Progenika en Bilbao.