Cada otoño, Timmy de 5 años sufre una secreción nasal, picazón, ojos hinchados y ataques de estornudos. Su madre tiene el mismo problema, y supone se trata de una fiebre del heno leve, y algo con lo que su hijo tiene que aprender a vivir. Sin embargo, recientemente, Timmy también ha padecido de ataques de no poder respirar y sibilancia cuando visita a su abuela y juega con sus gatos. El pediatra de Timmy cree que es asma alérgica y quiere que el niño se someta a algunas pruebas.
Los síntomas de Timmy no son raros en los niños de los Estados Unidos. Las alergias y el asma con frecuencia se inician durante la niñez y continúan durante toda la vida. A pesar de que ninguna se puede curar, con la atención adecuada generalmente se pueden mantener bajo control. Las alergias las ocasiona la reacción del cuerpo a las sustancias denominadas “alérgenos”, los cuales ocasionan que el sistema inmunitario reaccione ante sustancias inofensivas como si estuvieran atacando el cuerpo.
Cuándo se debe sospechar que se trata de una alergia
Algunas alergias son fáciles de identificar por el patrón de síntomas que viene después de la exposición a alguna sustancia en particular. Pero otras son sutiles y se pueden hacer pasar por otras afecciones. A continuación le brindamos algunas señales comunes que le pueden indicar que su hijo podría tener una alergia.
Los síntomas repetidos o parecidos a los de un resfriado crónico que duran más de una semana o dos, o que se desencadenan casi siempre durante las misma época del año. Estos pueden incluir:
- Goteo nasal
- Congestión nasal
- Estornudos
- Carraspeo de garganta
- Frotarse la nariz
- Sorber la nariz
- Picazón en los ojos
- Ojos llorosos
La sensación de picazón e irritación en la boca y garganta. La picazón generalmente no es parte de un resfriado, pero es una característica típica de las alergias como lo son los ataques de tos, sibilancias, dificultad para respirar y otros síntomas respiratorios. Sarpullidos rojos que pican, secos y algunas veces con escamas en los pliegues de la piel, muñecas y tobillos pueden indicar una alergia.
Ezcema (eccema)
Cuando se trata de erupciones cutáneas, la enfermedad inflamatoria crónica más común de la piel en los niños es el eczema, también se denomina dermatitis atópica. Aunque no es estrictamente un problema alérgico, el eczema en los adolescentes tiene muchas de las características que presentan las alergias y con frecuencia son una señal de que se puede desencadenar una fiebre del heno y asma. El índice de eczema, al igual que el del asma, está aumentando en todo el mundo. En donde el asma es poco común, el índice de eczema también es bajo.
Cuándo sospechar que se trata de asma
A pesar de que las alergias y el asma con frecuencia van juntas, en realidad son dos enfermedades diferentes.
- El asma es una enfermedad crónica que empieza en los pulmones.
- Las alergias son reacciones que se inician en el sistema inmunitario.
No todas las personas con alergias padecen de asma, pero la mayoría de personas con asma padecen de alergias.
Ataques de asma
Las vías respiratorias del típico niño con asma están inflamadas e hinchadas, lo que las vuelve hipersensibles. Cuando entran en contacto con un “desencadenante” de asma, algo que ocasiona un ataque de asma, las vías respiratorias denominadas tubos bronquiales, reaccionan fuertemente y se contraen (volviéndose más estrechas).
Muchos eventos y sustancias diferentes pueden “desencadenar” un ataque de asma:
- Ejercicio
- Aire frío
- Virus
- Contaminación del aire
- Ciertos humos/gases
- Otros alérgenos
De hecho, aproximadamente el 80 por ciento de los niños con asma también padecen de alergias y, para ellos, las alergias son con frecuencia los desencadenantes más comunes de asma.
Alérgenos comunes en la casa y en la escuela
En el otoño, muchos alérgenos del interior les ocasionan problemas a los niños ya que están dentro de la casa y de la escuela durante períodos más largos.
Polvo: contiene ácaros del polvo y partículas finamente molidas de otros alérgenos, como polen, moho y escamas de piel o caspa de animales
Hongos: incluyendo el moho que es demasiado pequeño para verlo a simple vista
Animales peludos: gatos, perros, conejillos de indias, conejos y otras mascotas
Vestuario y juguetes confeccionados, decorados o rellenos con pelo de animal
Látex: artículos domésticos y escolares, como guantes de goma/hule, juguetes, globos; el elástico en los calcetines, ropa interior y otro vestuario; partículas en el aire
Enzimas bacterianas: se utilizan para fabricar blanqueadores a base de enzimas y productos de limpieza
Ciertos alimentos
Cómo tratar los síntomas de las alergias
- Es útil utilizar aire acondicionados, en donde más pueda, para reducir la exposición al polen en su casa y en su vehículo..
- El moho existe durante la primavera y a finales del verano, particularmente alrededor de las área de vegetación en descomposición. Los niños con alergia al moho deben evitar jugar en cúmulos de hojas muertas en el otoño.
- Los ácaros del polvo se congregan en los lugares en donde hay abundante comida para ellos (por ejemplo , escamas de piel humana). Eso significa que se encuentran con mayor frecuencia en los muebles tapizados, ropa de cama y alfombras.
- Los muebles acolchados como colchones, somieres de resortes, almohadas y cojines se deben revestir con cobertores a prueba de alérgenos con cierre/cremalleras, que están disponibles a través de catálogos y minoristas especializados.
- Lave la ropa de cama cada semana y otra ropa de cama como frazadas, cada 2 a 3 semanas en agua caliente para matar a los ácaros del polvo.
- Las almohadas se deben reemplazar cada 2 o 3 años.
Colabore con el pediatra de su hijo
El tratamiento de las alergias y el asma de su hijo debe empezar con su pediatra. Si es necesario, su pediatra le puede referir con un alergista pediátrico para realizar las evaluaciones y tratamientos, dependiendo de qué tan severos sean los síntomas del niño. A pesar de que existen muchos antihistamínicos, descongestionantes e inhaladores nasales de venta libre, es muy importante que consulte con su pediatra por anticipado para asegurarse de que la alergia y el asma de su hijo están diagnosticadas correctamente y que los síntomas están recibiendo el tratamiento apropiado.