LUNES, 15 de junio de 2015 (HealthDay News) -- Perder peso podría ayudar a reducir la gravedad del asma en los adultos obesos, encuentra un nuevo estudio canadiense.
"Nos alegró observar una mejora significativa en los síntomas del asma, y en la calidad de vida de estos individuos. Este estudio ofrece más respaldo a la necesidad de gestionar [los trastornos crónicos] para mejorar las vidas de los pacientes", comentó en un comunicado de prensa del Colegio Americano de Médicos del Tórax (American College of Chest Physicians) la autora del estudio, la Dra. Smita Pakhale, del Hospital de Ottawa y la Universidad de Ottawa.
Las personas que son obesas tienen alrededor de 1.5 veces más probabilidades de sufrir de asma que las que no lo son. Un aumento de tres unidades en el índice de masa corporal (IMC), un cálculo de la grasa corporal que se basa en la estatura y el peso, se asocia con un aumento del 35 por ciento en el riesgo de asma, señalaron los investigadores.
Un IMC de 18.5 a 24.9 se considera como un peso normal, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Un IMC de 25 a 29.9 es sobrepeso, y a partir de 30 se considera obesidad, dicen los CDC.
El estudio encontró que cuando las personas obesas con asma perdieron peso, mostraron una mejora significativa en la gravedad del asma, el control del asma y la calidad de vida.
Los hallazgos sugieren que perder peso puede ayudar a aliviar el asma en las personas obesas, según los autores del estudio.
El estudio aparece en la edición de junio de la revista Chest.
Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor