Evaluar la farmacoterapia, educar al paciente y a su entorno familiar y ayudarle a incorporar hábitos saludables a su vida son intervenciones clave para obtener resultados en la atención farmacéutica en diabetes. Ésta ha sido la estrategia seguida por el equipo de la Farmacia San Julián, de Sevilla, cuyo titular es Jaime Román Alvarado, vocal de Cecofar. Jaime Román ha presentado esta experiencia exitosa en el taller sobre implantación de servicios asistenciales para pacientes diabéticos tipo 2 que ha impartido en el marco del IX Congreso Nacional de Atención Farmacéutica, organizado por la Fundación Pharmaceutical Care, que se celebra en Toledo. La experiencia del servicio de seguimiento en el paciente diabético permite concluir, según Jaime Román, “la importancia de la figura del farmacéutico comunitario como coach del medicamento, haciendo una labor de acompañamiento y empoderamiento del paciente en la adherencia al tratamiento y en el logro de objetivos de salud”.
La estrategia descrita por Jaime Román se basa en tres intervenciones. Por un lado, “la evaluación inicial de la farmacoterapia”. Por otro lado, la educación terapéutica del paciente y de su entorno familiar, “sobre todo en aspectos prácticos de la insulina y en la adaptación de la toma de la medicación a la vida social del paciente y no al revés”. En tercer lugar, la educación diabetológica sobre nutrición y ejercicio físico”. La valoración de los pacientes de este escenario abierto con su farmacéutico comunitario, en palabras de uno de ellos, es “muy positiva y ha generado un marco de relación de confianza mutua muy estable”.
El marco profesional diseñado por Jaime Román para llevar a cabo la experiencia está definido por la adecuación de espacios y tecnología en la oficina de farmacia; la identificación de un miembro del equipo formado en este ámbito como responsable del servicio; el establecimiento de un cronograma de visitas del paciente; y la identificación del servicio ante el paciente como una oferta remunerada.
