Qué precauciones debemos de tener con nuestra medicación en caso de una ola de calor.
Las altas temperaturas que se alcanzan durante el verano pueden tener consecuencias negativas para nuestra salud, por ejemplo, puede producirse el llamado síndrome de agotamiento, que se produce normalmente por una deshidratación o el más temible golpe de calor en el cual se produce una elevadísima temperatura corporal, que puede llegar a causar la muerte del paciente si no se toman medidas rápidas.
Entre los principales factores de riesgo de estas situaciones encontramos las edades extremas, tanto niñas pequeñas como pacientes de edades avanzadas, tener determinadas patologías o estar en tratamiento con algunos medicamentos Existen diferentes mecanismos por los cuales los medicamentos pueden agravar los efectos del calor sobre nuestra salud, de tal manera, por ejemplo, los medicamentos diuréticos puede favorecer la deshidratación.
Otros medicamentos puedan afectar a la función de nuestros riñones por ejemplo, los antiinflamatorios ciertos antihipertensivos o los antidiabéticos.
En tercer lugar, existen algunos medicamentos que pueden interferir con los mecanismos que tiene nuestro organismo para perder calor, por ejemplo, hay algunos medicamentos como los antihistamínicos, los antidepresivos o medicamentos para el párkinson, que pueden impedir la sudoración.
Además, existen algunos medicamentos que pueden reducir la dilatación de los vasos sanguíneos de nuestra piel, otro mecanismo para perder calor, entre ellos, encontramos medicamentos de amplio uso como pueden ser los descongestionantes nasales y también medicamentos para el tratamiento de la migraña.
Por último, hay algunos medicamentos que van a aumentar directamente la temperatura corporal, por ejemplo medicamentos para el tratamiento de la esquizofrenia, algunos antidepresivos, antitusivos o incluso algunos analgésicos como el tramadol.
Por tanto, si usas algunos de estos medicamentos en caso de ola de calor asegúrate de estar bien hidratado.
Se recomienda, generalmente, y salvo que el médico indique lo contrario, consumir alrededor de unos dos litros de líquidos durante el día y aumentar el consumo de frutas y verduras- Evita exponerte al sol durante las horas centrales del día y utiliza ropa fresca de tejidos naturales, que favorezcan la sudoración.
Por último, y no menos importante, no tomes medicamentos sin recomendación de tu médico o de tu farmacéutico.
Recuerda, consulta siempre con tu farmacéutico de confianza él te podrá informar sobre qué medicamentos pueden afectar negativamente en caso de calor extremo, y de cualquier otra duda que tengas.