El Consejo de Gobierno del Principado de Asturias ha autorizado la firma de un nuevo convenio de colaboración con el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Asturias con el que transforma en actividad estable el proyecto piloto de pruebas rápidas para la detección de VIH puesto en marcha en 2016. De este modo, se consolida el proyecto piloto puesto en marcha en septiembre de 2016 con el objetivo de aumentar el diagnóstico precoz y favorecer el acceso de la población a este tipo de test.
Además, el convenio autorizado prevé la ampliación del número de oficinas de farmacia implicadas en estas pruebas rápidas, que pasa de diez a 17.
De este modo, la Consejería de Sanidad y el Colegio Oficial de Farmacéuticos siguen garantizando el acceso a la prueba al menos en una botica de cada área sanitaria y amplían los puntos de atención en las de mayor demanda, fundamentalmente en Oviedo y Gijón.
El nuevo acuerdo se produce después del éxito del programa piloto que se extendió durante un año, desde septiembre de 2016 hasta el mismo mes de 2017, y permitió llevar a cabo 666 pruebas. En once casos el resultado fue positivo, el 1,7% del total, y siete fueron validados en el hospital de referencia, ya que los cuatro restantes optaron por no acudir al centro para hacerse la analítica definitiva.
Anónima y en 20 minutos
La prueba rápida, que se efectúa de forma anónima y con plenas garantías de confidencialidad, se practica con una pequeña muestra de sangre obtenida por punción en un dedo y el resultado se conoce en 20 minutos. Si es negativo, para que sea totalmente fiable y pueda descartarse la infección, es necesario que hayan transcurrido al menos tres meses desde la última práctica de riesgo. Si el resultado es positivo, debe ser confirmado con un análisis más específico, por lo que se deriva al usuario a su hospital de referencia.
El 71% de los usuarios de este servicio, que complementa a las pruebas gratuitas que se llevan a cabo en los centros de orientación familiar y a las que realiza el Comité Ciudadano AntiSida, fueron varones; el 28,8%, mujeres y un 0,2%, personas transexuales. El grupo de edad que se sometió a un mayor número de pruebas fue el de 30 a 39 años (34% del total) y la edad media se situó en los 37,7.
Estas pruebas constituyen una alternativa válida para disminuir el diagnóstico tardío y favorecer el acceso a personas que probablemente no hubieran acudido a los servicios sanitarios. De hecho, el 42,6% de los usuarios eligió el test de farmacia por la rapidez del resultado, mientras que la accesibilidad geográfica y horaria fue la principal motivación para el 33,4%. También se valora la confianza que proporcionan las boticas.