La consejera de Salud de Andalucía, Marina Álvarez, es consciente de la controversia y las quejas que rodean a todo lo que supone el sistema de subastas de medicamentos implantado en la región. No obstante, está dispuesta a abordar “desde la tranquilidad, la serenidad y la reflexión”, cambios que puedan mantener “los resultados de este sistema de ahorro” pero que, al tiempo, “pueda responder a otras expectativas de los farmacéuticos y de los propios usuarios”.
Así lo explicó durante el desayuno informativo convocado por Nueva Economía Forum, con la colaboración de Bidafarma, a respuesta de una pregunta realizada por el presidente de la Confederación Empresarial Oficinas de Farmacia Andalucía (Ceofa), José Luis Márquez, quien planteó la posibilidad de incrementar el número de adjudicatarios para reducir las posibilidades de desabastecimientos.
Las palabras de la consejera recuerdan a otras que ya pronunció hace casi tres años y en un escenario similar al del pasado viernes, su predecesor en el cargo, Aquilino Alonso, quien se mostró dispuesto a cambiar las subastas, si bien aseguró que no había recibido propuesta alternativa alguna.
En cualquier caso, la consejera aceptó que “el tema de la subasta crea muchísima controversia”, aunque puso en valor el “ahorro importante” que aporta, motivo por el que “siempre” han defendido el modelo. No obstante, Álvarez también aceptó que en los últimos tiempos ha habido problemas de desabastecimiento, por lo que en cada edición han ido incorporando “nuevas cláusulas en nuestros contratos, con el fin de que permita excluir o penalizar a laboratorios que, en otras ocasiones, han presentado un grado de desabastecimiento superior al deseado”.
