En los últimos días de 2018, Farmaindustria comunicó la decisión a la que habían llegado, en el marco de las conversiones con los ministerios de Sanidad y Hacienda, para aplazar la renovación del convenio, cuya primera versión se firmó a finales de 2014, para su entrada en vigor en 2015, que vincula el crecimiento del gasto en medicamentos innovadores al de la economía. Patronal y Gobierno se dieron tres meses para alcanzar un acuerdo, plazo que termina el próximo domingo 31 de marzo. Si para esa fecha no hay pacto, se podría dar por extinguido dicho modelo de relación.
Fuentes del sector han confirmado a Diariofarma que el Gobierno ha tratado de acelerar el proceso en las últimas semanas, quizás viendo que el tiempo se echaba encima. La semana pasada se celebró una reunión y había otra prevista para esta misma semana. Y es que hay nuevas posturas que limar, ya que, tanto el Gobierno, como Farmaindustria enfrentan esta negociación con enfoques diferentes a los que dieron lugar a la firma del citado convenio.
La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, ya avanzó que el Ejecutivo estaba trabajando para proponer algunos cambios. Se sabe que entre los planteamientos socialistas, cuando este grupo estaba en la oposición, estaba el de desvincular la firma del convenio de la obtención de financiación a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), por un lado, y el de establecer con mayor claridad los mecanismos de devolución del excedente de gasto, si se diera, por parte de la industria. De hecho, no ha trascendido si ha habido que hacer algún ajuste tras el cierre de 2018, año en el que se preveía que esta situación se iba a dar.
Nuevo escenario
Pero no está claro que Farmaindustria vaya a transigir con esto. Según ha podido saber este periódico, los miembros de la patronal no estarían muy de acuerdo con que se utilice este mecanismo exclusivamente para conseguir esas devoluciones. Sobre todo, apuntan las fuentes consultadas, porque el país no está actualmente en el escenario de crisis que propició la firma de este convenio (no obstante, hay voces expertas que vaticinan que España se aproxima a una nueva recesión). Los laboratorios abogan, por tanto, por un marco de relación nuevo, acorde con un contexto de crecimiento económico, como es el actual.
Estas son, aparentemente, las posturas que hay sobre la mesa y que habrá que limar de aquí al próximo día 31 de marzo, fecha en la que finaliza la prórroga del convenio vigente. Con la dificultad añadida de que Farmaindustria aglutina sensibilidades diferentes, lo que implica que lo que se acuerde en la mesa de negociación entre Gobierno y patronal tendrá después que ser refrendado por los laboratorios a título individual.
