En su última comparecencia (telemática) ante los medios de comunicación, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha afirmado que las personas infectadas con Covid-19 pueden transmitir el virus a otras personas después de que los síntomas hayan remitido. En consecuencia, la OMS recomienda que las medidas contra el contagio se mantengan un mínimo de dos semanas después de que los pacientes se hayan recuperado.
Esta recomendación tiene su origen en dos estudios: uno de ellos, basado en una pequeña población de China, publicado en JAMA. El segundo se dio a conocer después en la revista The Lancet.
Los autores del primer trabajo observaron que “afortunadamente” aunque el virus persista en el organismo durante al menos dos semanas, un fenómeno que no es extraño en las infecciones víricas, el contagio no es tan intenso en este periodo.
La buena noticia, según los autores del primer estudio, es que cuando los virus siguen presentes en el organismo sin que se presenten síntomas, es frecuente que se trate de patógenos frente a los cuales el sistema inmunológico suele desarrollar una rotunda respuesta inmune.
Además, si el virus sigue en el paciente después de que se haya recuperado, es posible que la persona pueda reinfectarse.
El trabajo se basaba en cuatro profesionales sanitarios de edades comprendidas entre los 30 y los 36 años, que contrajeron la enfermedad en el Hospital Universitario Zhongnan de Wuhan. Solo uno de ellos tuvo que ser hospitalizado. Se les trató con oseltamivir.
En el trabajo divulgado en The Lancet, los pacientes siguieron dando muestras de poder propagar el virus un promedio de 20 días después de haberse recuperado de la infección.