El Consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Castilla-La Mancha (Cofcam) y la delegación de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria en esta comunidad autónoma (Sefac Castilla-La Mancha), han firmado un convenio de colaboración para fomentar el desarrollo del servicio de cesación tabáquica en las farmacias castellano-manchegas.
De este modo, los cerca de 3.000 colegiados de los cinco COF de Castilla-La Mancha podrán acceder a la formación del programa de capacitación CESAR para su prestación en las farmacias comunitarias.
El programa, "protocolizado y validado científicamente", según Sefac, dispone de tres fases: fase teórica, fase práctica y fase clínica, y ha sido consensuado también con sociedades médicas de Atención Primaria y de Neumología.
Con este acuerdo, ambas entidades no solo quieren mejorar la formación y la prestación de servicios profesionales entre los colegiados de Castilla-La Mancha, sino también contribuir a paliar uno de los principales problemas de salud pública de la actualidad, como es el tabaquismo.
"Los farmacéuticos comunitarios podemos realizar una gran labor asistencial para frenar este problema de salud pública, que en España provoca 50.000 fallecimientos anuales. De hecho, cerca de un 40% de los pacientes que acceden al servicio de cesación tabáquica en una farmacia comunitaria consigue dejar de fumar", señala Luis García Moreno, presidente de Sefac Castilla-La Mancha.
Por su parte, Francisco José Izquierdo, presidente del Cofcam y del COF de Ciudad Real, asegura que los farmacéuticos pueden "aportar mucho más en labores de Salud Pública", y que solo falta la consideración de la Administración. En este caso, dice, "está demostrado que el seguimiento cercano y continuado del paciente en cesación, durante las cuatro primeras semanas, aumenta exponencialmente las tasas de éxito" y el farmacéutico, apunta, "en colaboración con el médico, puede jugar un papel clave en ese seguimiento".