Terapéutica

Álava cuenta con su primera bioimpresora 3D para terapias farmacológicas personalizadas

La iniciativa se inserta en el proyecto APD-Advance Pharma Development y permitirá obtener estructuras tridimensionales de órganos y tejidos y formas farmacéuticas realizadas mediante tecnologías de fabricación aditiva.
El diputado general de Álava, Ramiro González, junto a responsables del proyecto.

La primera bioimpresora 3D de altas prestaciones multifuncional de Euskadi ha creado ya sus primeros medicamentos y prototipos biológicos. El grupo de investigación NanoBioCel de la Universidad el País Vasco y el centro de investigación y desarrollo tecnológico TECNALIA se encuentran al frente de este proyecto pionero, APD-Advance Pharma Development, que cuenta con el apoyo de la Diputación Foral de Álava, y que va a permitir el desarrollo de terapias personalizadas, sobre todo en el ámbito pediátrico, en el envejecimiento saludable y en la medicina regenerativa e ingeniería de tejidos, para poder dar servicio a la industria farmacéutica y al sector sanitario.

La bioimpresora permitirá obtener estructuras tridimensionales de órganos y tejidos y formas farmacéuticas realizadas mediante tecnologías de fabricación aditiva. Gracias a la presencia de cabezales de impresión de extrusión, chorro de tinta y termofusión, la biompresora es capaz de fabricar estructuras 3D complejas, compuestas por cualquier combinación arbitraria de materiales biológicos y células. Además, con la incorporación de técnicas de electrohilado y electroescritura, se ha adentrado en la regeneración de tejidos y la fabricación de biodispositivos sanitarios avanzados. A lo largo del presente año, a su vez se adquirirán nuevos componentes basados en tecnologías microfluidicas para ampliar el campo de aplicación de la bioimpresora a la resolución de nuevos retos biomédicos.

Y es que la impresión 3D abre una vía a la medicina personalizada para situaciones especiales y pequeños grupos de pacientes que no pueden ser tratados con las formas farmacéuticas clásicas y comercializadas. Tal es el caso de la población pediátrica, en la que se necesita una dosificación específica dependiendo del peso y la patología y que la impresión 3D puede resolver. Otro grupo de interés son los pacientes que deben ingerir diferentes fármacos de forma crónica y la impresión 3D puede unificar esas dosis en un único comprimido. En el ámbito de la ingeniería de tejidos y medicina regenerativa se está trabajando en el diseño de cartílago, hueso, piel y tendón a través de diversos proyectos.

Durante este año y 2024, los investigadores se centrarán en la fase experimental y evolución del software e inteligencia de la máquina, con el objetivo de que hospitales y unidades de farmacia puedan contar con bioimpresoras para la fabricación de imprimidos y bioestructuras.

Proyecto

El grupo de investigación NanoBioCel de la Universidad del País Vasco, que también pertenece al Ciber BBN y a la infraestructura científico técnico singular Nanbiosis, y TECNALIA llevan recorrido un camino en colaboración durante las tres últimas décadas que dio como fruto el proyecto BPL-Basque Pharma Labs 4.0, poniendo a Álava como referente en ese campo. El apoyo de la Diputación Foral a ese proyecto propició la puesta en marcha en el año 2018 de nuevas instalaciones en el Parque Tecnológico de Álava, las más avanzadas a nivel estatal, y el crecimiento de un equipo, altamente cualificado, que ha pasado de 25 a 60 personas.

Ambos proyectos, APD y BPL, contribuyen a impulsar la generación de un Polo Farmacéutico de primer nivel en el Territorio, y están alineados tanto con la estrategia de especialización inteligente RIS3 Euskadi como con la transición socio/sanitaria impulsada desde Europa.

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