La atención a la obesidad, una enfermedad crónica que aún debe luchar contra la estigmatización, está viviendo momentos de grandes cambios y uno de ellos precisamente es la comercialización de nuevos fármacos. “Como investigador con más de 140 ensayos clínicos en esta área, estamos en una primavera de revolución farmacológica en obesidad, debido a las diferentes moléculas que estamos desarrollando, con un papel muy importante de España en estas investigaciones”, asegura Cristóbal Morales, presidente del Comité Organizador del XIX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Obesidad (Seedo), que se celebra hasta el próximo 25 de noviembre en Sevilla.
Según indica Morales, “estas nuevas soluciones que se irán incorporando a nuestro arsenal terapéutico no son ‘fármacos para adelgazar’, son fármacos que te ayudan a mantener hábitos y mantener tu mejor peso saludable, no buscan un número en la báscula, sino que ayudan a mejorar la calidad de vida y evitar las complicaciones de la obesidad. Y, de hecho, los resultados derivados de estos fármacos son positivos si son manejados por equipos multidisciplinares expertos”. Tal y como asegura, “esta potencia farmacológica, nunca antes visita (con reducciones de peso de hasta el 25%), necesita de cambios en el estilo de vida y requiere de acompañamiento experto”.
En el Congreso se han previsto dos mesas dedicadas exclusivamente a las novedades farmacológicas en el tratamiento de la obesidad, aparte de la celebración de varios simposios satélite. “Este es un mundo que va a cambiar la forma de entender la obesidad en los próximos años, sin tener que esperar demasiado”, afirma Albert Lecube, vicepresidente de Seedo, quien considera que “ha llegado el momento de la obesidad, y queremos que se sepa: los fármacos son cada vez más potentes en su efecto de reducción ponderal, con efectos que se asemejan a los que puede conseguirse con la cirugía bariátrica”.
Desabastecimiento
Algunas de estas innovaciones farmacológicas están despertando un inusitado interés por parte de la sociedad, lo que ha conllevado en ocasiones puntuales a un problema de desabastecimiento. Y es que la misma molécula, con nombres comerciales diferentes, tiene eficacia en diabetes tipo 2 y obesidad. Hasta ahora, los fármacos que han conseguido indicación por parte de las agencia europea y americana de medicamentos habían sido aprobados y utilizados previamente en el manejo de la diabetes mellitus tipo 2; sin embargo, como explica Lecube, “con el paso de los años hemos sido conscientes de su utilidad también en el tratamiento de la obesidad”.
Se trata, por lo tanto, de fármacos con dos indicaciones, diabetes y obesidad, “por lo que es normal que al ser dos enfermedades tan prevalentes se haya producido un agotamiento de las reservas”, reconoce este experto, que es jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Arnau de Vilanova (Lleida).
A ello se añade el problema de que son fármacos que se administran por vía subcutánea, a través de plumas de inyección, lo que supone unos procedimientos de fabricación más complejos que los de una pastilla o comprimido. “Además, en los últimos años, los conflictos internacionales dificultan el acceso a ciertos materiales necesarios para su fabricación”, argumenta el vicepresidente de Seedo, quien cree que “la forma de resolver este problema de desabastecimiento es crear nuevas fábricas (se están duplicando las fábricas para dar respuesta a esta gran demanda en todo el mundo), desarrollar nuevas vías de administración y acoger las nuevas moléculas que están por venir próximamente”.
Abordaje multidisciplinar
La obesidad como enfermedad crónica que requiere una atención multidisciplinar. En este contexto, según destaca Lecube, “no sólo hemos logrado reunir en este foro al mejor elenco nacional de profesionales sanitarios interesados en el abordaje de la obesidad, sino también a destacados expertos internacionales”; por otra parte, añade, “queremos respaldar a los pacientes, servirles de apoyo para que pierdan el temor a ser juzgados y aprendan a manifestarse a nuestro lado por un trato en equidad con el resto de enfermedades crónicas”.
La actualización de progresos en la investigación básica y clínica más puntera y novedosa centra la jornada precongreso (miércoles 22), dando paso a un programa científico que aborda desde el origen al desarrollo de la obesidad, los factores biológicos, las repercusiones asistenciales y las complicaciones clínicas asociadas, las implicaciones sociales, psicológicas y económicas, los beneficios del ejercicio físico personalizado, las nuevas tendencias en nutrición o los retos presentes y futuros en obesidad.
Un problema de tod@s
Actualmente, nuestro país se sitúa prácticamente a la cabeza de los países europeos en obesidad, con tasas de exceso de peso (sobrepeso y obesidad) superiores al 60%. La prevalencia no está descendiendo, un hecho especialmente significativo en la población infanto-juvenil. En un estudio realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se confirma que en España la obesidad reduce en 2,6 años la esperanza de vida y es responsable del 9,7% del gasto sanitario. Este estudio sugiere, además, que por cada euro invertido en la prevención de la obesidad en España se recuperarían seis.
Como se reflejará en este Congreso, “se constata un creciente impacto de esta enfermedad a nivel sanitario, social y económico”, indica María del Mar Malagón, quien demanda “a las autoridades sanitarias la puesta en marcha de medidas eficaces que permitan frenar el crecimiento de las tasas de obesidad, favoreciendo tanto la prevención como el tratamiento de las personas que viven con obesidad, reduciendo además los factores ambientales obesogénicos”.
Para ello, resulta imprescindible reconocer la obesidad en toda su magnitud: se trata de una enfermedad crónica, compleja y multifactorial, que interviene en el desarrollo de numerosos factores de riesgo para la salud y en la aparición de otras enfermedades crónicas, pero que es prevenible y tratable.
El informe "Atlas de Obesidad Mundial 2023" desarrollado por la Federación Mundial de Obesidad, dibuja un panorama preocupante: el coste económico del sobrepeso y la obesidad alcanzará los 4,32 billones de dólares anuales en 2035, ya que más de la mitad de la población mundial padecerá de exceso de peso.
Nicolas Gonzalez Casares: