Desde intervenciones digitales, a tratamientos terapéuticos, la OMS ha reunido en su primera guía para el abandono tabáquico una panoplia de elementos que, combinados, pueden permitir el abandono del tabaco. Entre las medidas que propone, destaca la combinación entre tratamientos a través de fármacos, con intervenciones conductuales como el asesoramiento grupal o telefónico que se pueda ofrecer desde los centros sanitarios.
De cara al arenal farmacológico, la OMS prima la recomendación de la vareniclina, como terapia de reemplazo frente a la nicotina, pero también el bupropión y la citisina.
Junto a todo ello el organismo internacional también reclama la inclusión en los planes antitabaco del uso de tecnologías digitales a través del teléfono y el ofrecimiento de herramientas para que el paciente pueda abordar la autogestión.
El objetivo de la guía es servir de ayuda a los 750 millones de fumadores que quieren dejar de fumar, aproximadamente el 60% de los más de 1.250 millones de fumadores que en todo el mundo, o bien no quiere dejar de fumar, o bien carece de medios eficaces para abandonar el tabaquismo.
El secretario general de la OMS, Tedro Adhanom Ghebreyesus asegura que la nueva publicación de la OMS “proporciona a los países las herramientas eficaces para desarrollar programas para dejar de fumar”, algo que el representante de la organización internacional considera que “aliviará la carga mundial de enfermedades relacionadas con el tabaco”.
“Debemos valorar profundamente la fuerza que se necesita y el sufrimiento que soportan las personas y sus seres queridos para superar esta adicción”, ha asegurado.