La compañía farmacéutica Pfizer ha anunciado este lunes la llegada de su tratamiento para dejar de fumar, Champix, un tratamiento que ya estuvo aprobado en su momento en España, pero que fue retirado en 2021 por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). Fue el propio fabricante quien detuvo la distribución de vareniclina (principio activo de este medicamento), debido a contar con un nivel superior de nitrosaminas, potencialmente cancerígenas.
Si bien la Aemps no detectó un riesgo inmediato en pacientes tratados, desde la EMA se estableció un límite más restrictivo de estas impurezas, lo que supuso la retirada del mercado, de forma preventiva.
Ahora, con nuevos estudios que “han demostrado resultados positivos desde la primera semana” y con “datos que avalan su seguridad y eficacia”, el fármaco espera reducir el número de cigarrillos diarios a las 4 y a las 8 semanas de comenzar con el tratamiento.
Este tratamiento tiene un mecanismo de acción dual que se basa en ser un antagonista y agonista parcial altamente selectivo de los receptores nicotínicos de acetilcolina α4β2 en el cerebro. Estos receptores son responsables de la liberación de la dopamina asociada al consumo de nicotina, que genera los efectos de recompensa y refuerzo positivo. Al unirse a estos receptores, su principio activo actúa con un doble mecanismo: estimula de forma parcial la liberación de dopamina para mitigar los síntomas de abstinencia y, al mismo tiempo, bloquea la unión de la nicotina cuando se fuma, reduciendo la sensación de placer derivada del ello. Este enfoque reduce tanto la dependencia física como el refuerzo psicológico del tabaquismo.
El fármaco sigue un esquema de dosificación escalonada que optimiza su tolerancia y eficacia. Durante los primeros días, la dosis aumenta progresivamente, siendo la duración estándar del tratamiento de 12 semanas.
Para José Chaves, director médico de Pfizer España, la clave de esta terapia es que "actúa como un antagonista y agonista parcial de los receptores nicotínicos, ayudando a reducir el deseo de fumar y bloqueando el placer asociado con la nicotina. De esta manera, esta opción terapéutica ayuda tanto a aliviar los síntomas de abstinencia como a disminuir el impacto placentero del cigarrillo”, explica Chaves. “Dejar de fumar no es un proceso sencillo y puede ser todo un reto, por eso, contar con el asesoramiento profesional puede marcar la diferencia. De hecho, contar con la guía de un profesional sanitario multiplica por cuatro las probabilidades de conseguir dejar de fumar con éxito”, añade.
El consumo de tabaco es considerado uno de los principales desafíos de salud pública a nivel global, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y también en España, dado que afecta a millones de personas y genera importantes consecuencias tanto a nivel individual como colectivo. En la actualidad, en nuestro país el 36,8% de la población de 15 a 64 años ha consumido tabaco en el último año, el 33,9% lo ha hecho el último mes y el 25,8% indica que es un hábito diario3. Entre los que fuman a diario, el 67,7% se han planteado dejar de fumar, y el 44,1% se lo ha planteado y lo ha intentado, según la Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (EDADES), realizada por el Ministerio de Sanidad en 20243.
Para Juan Antonio Riesco Miranda, neumólogo responsable de la Unidad de Tabaquismo del Hospital Universitario de Cáceres y director de proyectos en Tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), “abordar la adicción al tabaco no solo mejora la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también supone un alivio significativo para el sistema sanitario, reduciendo los costes asociados al tratamiento de enfermedades relacionadas con el consumo de cigarrillos”.
El experto asegura que “lo que hace diferente a esta opción terapéutica es que se ha desarrollado con una comprensión profunda de los mecanismos neurobiológicos de la adicción a la nicotina. Su acción específica sobre los receptores de la nicotina permite abordar tanto los aspectos físicos como psicológicos del tabaquismo. Además, un punto importante es que está recomendado para todo tipo de pacientes, incluso aquellos mayores de 65 y con otras comorbilidades”.