Terapéutica

Sefap alerta sobre los errores del mal uso de antisépticos por parte de la población

Recomiendan no guardar los antisépticos en lugares como la cocina o el baño, ya que los cambios de temperatura y humedad que pueden degradar el producto 

Los antisépticos son sustancias químicas que, al aplicarse sobre la piel, las mucosas o las heridas, eliminan o detienen el crecimiento de gérmenes patógenos. Se trata de productos muy generalizados y que es fácil encontrar en cualquier botiquín doméstico, aunque como alertan desde la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (Sefap) en muchos casos falta información sobre su uso adecuado.

“Muchas personas no saben que existen diferentes tipos de antisépticos, cada uno con sus propias indicaciones y limitaciones. Además, es importante seguir las pautas de uso para evitar problemas como la irritación de la piel o la ineficacia del producto debido a una aplicación incorrecta. Por eso, siempre es recomendable leer las instrucciones y, en caso de duda consultar con un profesional sanitario”, explica Blanca Basagoiti, miembro del Comité de Pacientes y Ciudadanía de Sefap.

La sociedad científica ha elaborado una infografía para mejorar el uso que se hace desde la ciudadanía de estas sustancias. Entre los antisépticos históricamente más utilizados se encuentran el agua oxigenada, que es irritativa, actúa contra los tejidos sanos de la piel, puede retrasar la cicatrización y tiene un tiempo de acción muy breve.; y el alcohol, cuyo uso no se recomienda actualmente para curar heridas (únicamente sobre piel intacta antes de inyecciones, punciones o extracciones). “El alcohol, aunque es un antiséptico de efecto rápido y actúa sobre un gran número de microorganismos, no se recomienda para la desinfección de heridas, porque es muy irritativo y reseca la piel pudiendo dañar los tejidos. Además, es un producto inflamable y se ha de mantener el envase bien cerrado y protegido de las altas temperaturas y de la luz”, señala Basagoiti.

Desde Sefap, en ese sentido, señalan a la clorhexidina como el antiséptico más recomendable para el tratamiento de la piel sana o erosionada, así como de heridas superficiales y quemaduras leves. “La clorhexidina presenta ciertas ventajas frente a otros antisépticos. Es activa frente múltiples gérmenes patógenos y, al ser trasparente, permite ver bien la evolución de las heridas.

Su inicio de acción es rápido, comienza en unos 15-30 segundos y sus efectos se mantienen entre 6 horas y 48 horas. Además, hay pocos casos descritos de irritación de piel y mucosas, su absorción a través de la piel es mínima y, por tanto, produce escasas reacciones sistémicas”, argumenta la farmacéutica de atención primaria.

Además del uso de antisépticos no adecuados, desde Sefap destacan otros errores habituales cometidos en el uso cotidiano de estos productos.

Entre ellos, Blanca Basagoiti menciona algunos como no limpiar correctamente la herida o la piel sana con agua y jabón neutro antes de aplicar el antiséptico, no seguir las instrucciones de uso –usar una cantidad insuficiente o excesiva o no dejar actuar el antiséptico el tiempo suficiente–, usar un antiséptico caducado o mezclar distintos antisépticos. 

Todos estos errores, apunta la experta, “pueden conllevar problemas como la irritación de la piel o la ineficacia del antiséptico”.

Por último, la portavoz de Sefap destaca la importancia del correcto almacenamiento de estas sustancias. “Se recomienda no guardar los antisépticos en lugares como la cocina o el baño, ya que son zonas con cambios de temperatura y humedad que pueden degradar el producto y reducir su efectividad. Tampoco se recomienda conservarlos de forma que estén expuestos a la luz directa ni al alcance de los niños”, concluye.

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