El Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos (PRAN) 2025-2027 tendrá en el desarrollo de los PROA (Programas de Optimización del Uso de Antibióticos) uno de sus ejes clave. Así lo señala el documento de trabajo publicado por esta entidad para los próximos tres años, en el que se recogen las principales líneas de acción que mantendrá la entidad contra la ‘epidemia de las RAM’.
Con el logro de haber sido en los últimos años, el país con mayor reducción de consumo en antibióticos veterinarios y el tercero en uso humano en el conjunto de la UE, España aborda sus objetivos para este periodo, incluido dentro de la estrategia que culmina en 2030, con una apuesta decidida por la extensión y el desarrollo de los programas de optimización, dentro de un entorno One Health, de reconocimiento de la salud en todos sus ámbitos.
Dentro de un contexto marcado por las Normas de Certificación emanadas de Europa y el nuevo sistema de evaluación de calidad (CertificaPROA), el nuevo documento “impulsará la certificación de los hospitales mediante esta herramienta, y el trabajo continuado de los equipos PROA, tanto en hospitales como en atención primaria”.
La implementación de los PROA también llega a la sanidad animal, tanto en para animales de producción como para pequeños animales, en línea con las acciones del proyecto europeo EU-JAMRAI 2 (European Union Joint Action on Antimicrobial Resistance and Healthcare Associated Infections) .
En el plano animal también está previsto el abordaje de la vigilancia mediante la consolidación de ESUAvet (Red de Vigilancia Europea de Ventas y uso de Antibióticos en Veterinaria); el desarrollo del Proyecto de Vigilancia de Bacterias Patógenas Clínicas, de cara a ampliar la información sobre RAM en bacterias patógenas aisladas de animales enfermos, vigilar sus tendencias y detectar posibles RAM emergentes y la creación de un nuevo grupo de trabajo de vigilancia de bacterias patógenas resistentes en fauna silvestre Por último, explica el documento “se prevé mejorar el acceso a medicamentos veterinarios con una amplia gama de antimicrobianos y con alternativas a los mismos, especialmente vacunas, además de crear un grupo de trabajo en prevención y control de infecciones liderado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA)”.
En lo referente a salud medioambiental el plan para este trienio quiere completar la tercera fase del Proyecto PRAN-MA y establecer las bases para el desarrollo de programas de monitorización de antibióticos y resistencias .
El nuevo documento de trabajo se inserta dentro de las líneas de actuación lanzadas en junio de 2023 por el Consejo de la Unión Europea con el horizonte de cumplimiento fijado en 2030. En el caso concreto de España, las recomendaciones europeas plantean la reducción del consumo de antibióticos para uso sitémico en comunidad y hospital del 27% en DHD (Dosis Diaria Definida por 1 .000 habitantes/día) entre los años 2019 y 2030 .
También plantea aumento del porcentaje de consumo de antibióticos del grupo de acceso de la clasificación AWaRe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta un 65%.
Reducción de la incidencia por cada 100 .000 habitantes de septicemias por Staphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM); por Escherichia coli resistente a cefalosporinas de tercera generación en un 10%; y por Klebsiella pneumoniae resistente a carbapene mes en un 4% desde 2019 hasta 2030.
En sanidad animal, los objetivos de reducción para el 2030 serán los mismos para todos los países, que es alcanzar una reducción de ventas de MV (medicamentos veterinarios) en un 50%, teniendo como punto de partida los datos de 2018.
Además, la sanidad animal se enfrenta a otros dos retos, la implementación efectiva de los Programas de Optimización del uso de los Antimicrobianos (PROA) en veterinaria, incluida en las recomendaciones del Consejo y la aprobación del Reglamento (EU) 2022/1255, que incluye la lista de antimicrobianos reservados para uso exclusivo de salud humana, lo que agrava aún más los vacíos terapéuticos existentes en veterinaria