En una década, las tasas de cirugías casi se duplicaron entre los de 45 a 64 años
MARTES, 24 de marzo de 2015 (HealthDay News) -- Cada vez más estadounidenses de mediana edad reemplazan la cadera dañada por la artritis grave, una cirugía que antes se reservaba mayormente para los ancianos, informa un estudio reciente.
Los investigadores encontraron que entre 2002 y 2011, la tasa de cirugía de reemplazo de caderas se había casi duplicado entre los estadounidenses de 45 a 64 años de edad. En 2011, esos pacientes de mediana edad conformaban más del 42 por ciento de todos los reemplazos de cadera a nivel nacional, frente al 34 por ciento en 2002.
Es un cambio sorprendente en bastante poco tiempo, según el investigador líder, el Dr. Alexander McLawhorn, cirujano ortopédico del Hospital de Cirugía Especial de la ciudad de Nueva York.
"Creo que la magnitud del aumento nos sorprendió un poco", dijo McLawhorn.
Pero anotó que los hallazgos son coherentes con cifras que el gobierno publicó apenas el mes pasado. Ese estudio encontró que la cantidad de reemplazos de cadera a nivel nacional aumentó marcadamente entre 2000 y 2010, sobre todo entre las personas de 45 a 54 años, cuya tasa aumentó en más de un 200 por ciento.
McLawhorn presentará los hallazgos el jueves en la reunión anual de la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos (American Academy of Orthopedic Surgeons), en Las Vegas. Los estudios presentados en reuniones generalmente se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.
El equipo de McLawhorn sospecha que un factor clave podría estar fomentando esta nueva tendencia: el aumento en la cantidad de estadounidenses de mediana edad.
"Pero sin duda creo que también hay otros factores que impulsan la tendencia", dijo McLawhorn.
Las mejoras en la durabilidad de las articulaciones artificiales y la creciente disposición de los cirujanos de colocarlas en personas más jóvenes y activas podrían ser también factores tras el aumento, planteó.
Además, dijo, los pacientes con artritis grave están cada vez más abiertos a esa opción. "Creo que ha habido un cambio en la percepción pública sobre cuál será la función tras un reemplazo total de caderas", dijo McLawhorn.
La cadera es una articulación "esferoidal", y la cabeza de la cadera encaja en una cavidad de la pelvis. Durante el reemplazo total de cadera, esas partes de hueso se reemplazan por componentes artificiales, por lo general hechas de metal y plástico. Lo más frecuente es que las personas terminen necesitando la cirugía debido a una osteoartritis grave, en que el cartílago que acolcha a las caderas se descompone, lo que provoca dolor y rigidez.
Y eso ayuda a explicar por qué más estadounidenses de mediana edad reemplazan sus caderas, según la Dra. Claudette Lajam, cirujana ortopédica del Centro Médico Langone de la NYU, en la ciudad de Nueva York.
"La generación de la postguerra envejece, y hay toda una generación que comenzó a jugar deportes y a hacer ejercicio cuando eran niños pequeños", comentó Lajam, que no participó en el estudio. "Sus padres no lo hicieron. Caminaban para hacer ejercicio, pero la mayoría no jugaban deportes ni iban al gimnasio".
"Ahora existe esa gran población con un gran desgaste de la cadera", dijo Lajam.
Para el estudio, el equipo de McLawhorn usó una base de datos del gobierno sobre las admisiones a los hospitales de EE. UU. Encontraron que entre 2002 y 2011, la cantidad anual de reemplazos totales de caderas entre las personas de 45 a 64 años de edad aumentó de unos 68,000 a 128,000, un aumento del 89 por ciento.
La tasa entre los estadounidenses mayores también aumentó, pero en un 37 por ciento.
Según Lajam, la gran pregunta es cuánto tiempo durará en última instancia un reemplazo de cadera realizado ahora.
McLawhorn se mostró de acuerdo. Siempre varía de una persona a otra, dependiendo de factores como el peso corporal y los niveles de actividad, apuntó. Pero dado que más estadounidenses se están sometiendo al procedimiento entre los 40 y los 59, sin duda la necesidad de cirugía de "revisión" aumentará, dijeron tanto él como Lajam.
Y el procedimiento puede provocar complicaciones. Otro estudio que será presentado en la reunión resalta algunos de los riesgos poco comunes, pero graves: coágulos sanguíneos y ataque cardiaco en un plazo de unos pocos meses tras la cirugía, e infecciones y cirugía de revisión en un par de años.
Pocos pacientes del estudio sufrieron esas complicaciones. Por ejemplo, menos del 1 por ciento tuvieron un ataque cardiaco. Los hombres eran ligeramente más propensos a tener complicaciones graves que las mujeres, pero el riesgo seguía siendo bajo. Pero las personas deben estar conscientes de que la cirugía conlleva riesgos potenciales, según Lajam.
"Hay que ser claros", enfatizó. "Esto es para personas que sufren de artritis grave que no mejora mediante otras terapias".
Lajam dijo que también es importante tener expectativas realistas sobre cómo será la vida tras un reemplazo de cadera. "No es la fuente de la juventud", comentó. "Es más como la fuente de la mediana edad. Le ayudará a volver a funcionar como a los 40".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Alexander McLawhorn, M.D., orthopedic surgery resident, Hospital for Special Surgery, New York City; Claudette Lajam, M.D., assistant professor, orthopedic surgery, NYU Langone Medical Center, New York City; March 26, 2015, presentation, American Academy of Orthopedic Surgeons annual meeting, Las Vegas