Terapéutica

SEFAC recuerda las claves para prevenir y tratar picaduras de insectos

Los insectos, especialmente los mosquitos pero también garrapatas, chinches y moscas, son una fuente importante de transmisión de enfermedades. Se calcula que estos invertebrados transmiten patologías a más de 700 millones de personas cada año, muchas de ellas graves. Por ese motivo, y a pesar de que la gran mayoría de las picaduras se pueden tratar en el ámbito familiar y no provocan grandes problemas, la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) ha querido recordar una serie de pautas para prevenir la picadura y, en su caso, actuar cuando esta se ha producido.

Más allá de las enfermedades que pueden transmitir los insectos (mosquitos, garrapatas, chinches o moscas, entre otros), que pueden ser graves como malaria, fiebre amarilla, dengue, Chagas, enfermedad del sueño, también se pueden producir episodios de reacciones alérgicas que pueden ser motivo de derivación a un centro de urgencias y generar complicaciones mayores y, en casos muy extremos y raros, provocar la muerte. Además, tal y como explica SEFAC, este año el foco estará puesto en el virus Zika, que se transmite a través de mosquitos del género Aedes y cuya infección cursa con sintomatología leve y pasa desapercibida en la mayoría de los pacientes, aunque estaría relacionada con casos de microcefalia en caso de infección en embarazadas.

Para prevenir la picadura por este mosquito, las autoridades sanitarias como la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) y el Ministerio de Sanidad recomiendan el uso de repelentes activos como el IR3535 o el DEET (dietiloluamida, repelente patrón y el más utilizado) en concentraciones a partir del 20% y hasta el 50%, que resultan inocuas para las mujeres embarazadas.

SEFAC también recuerda que no existe un repelente universal de insectos, así como que hay productos indicados para niños y otros para adultos y un mismo repelente puede ser más o menos eficaz en función de la ubicación geográfica, por lo que es necesario el consejo de un experto para que aconseje del producto adecuado para cada situación y cumplir con las instrucciones de administración y repetición de la misma, así como observar las precauciones de no aplicarlo en mucosas o heridas.

En caso de que se haya producido la picadura, SEFAC recomienda no rascarse la piel. Tal y como indican hay que aplicar una solución cutánea con amoniaco (o a base de ingredientes naturales), con una crema anti-inflamatoria con corticoides o, en su defecto, con un cubito de hielo. Si se tiene especial sensibilidad a las picaduras o mordeduras de insectos, se ha de tener siempre en el botiquín medicamentos específicos, que deben estar recomendados por el farmacéutico.

Si la persona que ha sufrido una picadura presenta dificultades para respirar, sensación de debilidad o coloración azulada, hay que quitar toda la ropa que le pueda apretar para facilitar su respiración y llevarle a un centro de urgencias lo antes posible. Nunca se ha de aplicar torniquetes ni administrar medicamentos sin prescripción médica previa. Si se piensa que puede ser alérgico a una determinada picadura de insecto, se ha de consultar con un alergólogo o inmunólogo. Las personas alérgicas a picaduras de insectos deberán llevar siempre consigo una jeringa de adrenalina.

Precauciones a la hora de viajar

Si va a emprender un viaje al extranjero, se debe acudir con suficiente antelación al centro de vacunación internacional más cercano, donde se informa de las medidas que se deben adoptar en cada caso.

Antes de viajar en automóvil es importante asegurarse de que no hay insectos en el interior, con el objetivo de evitar picaduras y accidentes. Si se viaja a un sitio donde puede haber un gran número de insectos (zonas rurales, tropicales, al campo, etc.) conviene utilizar ropa de algodón con colores discretos (ya que los colores llamativos atraen a los insectos, al igual que los perfumes y cosméticos) y llevar pantalones  largos. Para evitar contratiempos innecesarios, se ha de evitar provocar a los insectos, especialmente al comer en espacios abiertos, o hacer movimientos bruscos cerca de nidos de abejas. Cuando se recibe una picadura de este insecto, el aguijón se ha de extraer con un objeto de borde recto y después limpiar la zona con agua y jabón.

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