“Desde la SEFH estamos trabajando para lograr la máxima comodidad y calidad de vida para los pacientes. La terapia domiciliaria es una de las grandes novedades que ayuda a lograr este objetivo”, ha explicado el doctor Miguel Ángel Calleja, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) durante el celebrado el simposio ‘Terapia domiciliaria, una forma de acercar el Hospital al paciente. Experiencia en enfermedades lisosomales’ que se ha celebrado con motivo de la 61 edición del Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), se ha
Según Calleja, hay que buscar “mejorar y avanzar en la atención a los pacientes”, algo que ha valorado del proyecto que han puesto en marcha práctica en el Hospital de Bellvitge y el Hospital Virgen de los Lirios de Alcoy, concretamente en pacientes con enfermedades lisosomales.
Durante la reunión, se ha explicado cómo debe ser el protocolo para facilitar el tratamiento a los pacientes, cómo mantener los tratamientos en estado óptimo de conservación para su prescripción domiciliaria y las numerosas experiencias positivas de esta práctica, algo que ha sido valorado muy positivamente por el presidente de la SEFH que ha puesto de manifiesto que “este servicio, que cuenta con personal y tecnología adecuados, facilita que el paciente reciba el tratamiento en su domicilio mejorando sus condiciones de confort”.
La terapia domiciliaria permite otro tipo de ventajas, como la disminución del tiempo de ingreso hospitalario de los pacientes o el mejor conocimiento por parte de los profesionales sanitarios de sus condiciones personales. Tal y como ha afirmado el presidente de la SEFH, “se trata del mejor avance para los pacientes en los últimos años. El futuro se centra en aportar a los pacientes una asistencia de calidad que les permita mejorar su calidad de vida. Por ello, desde la Sociedad creemos que el futuro se centra en la terapia domiciliaria”.
Cabe destacar que esta atención domiciliaria se puede realizar incluso en tratamientos en infusión intravenosa, como demuestra el proyecto de estos hospitales en enfermedades lisosomales que requieren de administración del fármaco cada dos semanas. Cambiar esto es un importante avance para los pacientes ya que, como explica Calleja, “la administración hospitalaria obliga al paciente a solicitar permiso en el trabajo o centro de estudios, ausentarse, organizar y administrar sus días en función de esta visita al hospital, que en algunos casos ni siquiera se encuentra en su localidad”.
Todo esto, según el presidente de la SEFH, puede provocar falta de adherencia y abandono del tratamiento por parte de los pacientes. Por ese motivo, “a terapia domiciliaria supone para el paciente un ahorro económico y de tiempo. Y, por ello, desde la SEFH se valora “positivamente este tipo de programas de apoyo domiciliario a pacientes para evitar las consecuencias derivadas de no cumplir el tratamiento”, ha afirmado el doctor Calleja.
Desplazamientos hasta el hospital
Cabe destacar que según el Estudio de Necesidades Socio Sanitarias de las personas con Enfermedades Raras, la mitad de los pacientes con alguna enfermedad rara se tienen que desplazar fuera de su provincia para conseguir diagnóstico, recibir tratamiento o acceder a la medicación que necesiten. Entre los que han tenido que desplazarse fuera de su provincia, el 38,44% ha tenido que hacerlo 5 o más veces, el 44,30% menos de 5 veces y el 17,56% no ha podido desplazarse, aunque haya necesitado hacerlo. La media de kilómetros recorridos en esos desplazamientos es de 520, distancia que se multiplica en un 7,79% de los casos, en los que han tenido que acudir al extranjero.